Por Juan I. Martínez Dodda

 

El futuro está llegando a la producción ovina. Ya no se trata de tener las ovejas, dejarlas pastar, irlas a buscar, esquilarlas y así Hoy están las herramientas de manejo que permiten hacer un trabajo más eficiente a campo, también las estrategias nutricionales (después hay que ver si da el bolsillo) para suplementar en momentos complicados (léase, sequía, invierno).
Pero también se ha avanzado en las técnicas reproductivas que permiten hacer una selección más precisa de las características deseadas en la descendencia.

 

 

In vitro

La producción de embriones in vitro constituye una biotecnología reproductiva donde los animales no tienen contacto, y la interacción de los espermatozoides del macho y los óvulos de la hembra se integran en el laboratorio para luego ser reimplantados en una oveja receptora que lo gestará.

En marzo pasado el Centro de Reproducción Animal (CRA) de la Estación Experimental Agropecuaria Chubut del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que investiga desde hace años la implementación de estas técnicas para la producción de embriones in vitro, anunció el nacimiento de los primeros 5 corderos gestados bajo esta técnica.

 

El INTA anunció el nacimiento de los primeros 5 corderos gestados in vitro

Esta es una de las biotecnologías reproductivas de mayor complejidad y permite asistir a los programas de mejoramiento genético en ovinos. Aún se encuentra en fase experimental ante la necesidad de ajustar los protocolos para su aplicación en forma masiva.

 

El proceso

Este ensayo es lo más reciente que se ha hecho en cuanto a aplicación de esta técnica. Empezó en agosto de 2020 y tuvo como objetivo evaluar la viabilidad embriones producidos in vitro, acortando los tiempos de cultivo in vitro (en una caja de petri) hasta dos días de desarrollo y, posteriormente, continuar con el proceso in vivo dentro del útero de una oveja receptora de embriones.

Según explicó el médico veterinario Andrés Buffoni, director del CRA, “con este ensayo se logró un 25% de preñez, que es ligeramente superior y más corto que el procedimiento in vitro más largo”. Incluso puede realizarse con menor requerimiento de infraestructura.

En el método tradicional, después de la fecundación sucede una etapa de desarrollo o de cultivo que lleva seis o siete días y se hace in vitro en estufa de cultivo. Lo que se intentó hacer ahora es obviar esa etapa y en lugar de hacerla in vitro hacerla in vivo: un óvulo recientemente fecundado, conocido como embrión temprano, es transferido a una receptora.

El peso de los 5 corderos nacidos en marzo es similar al de los obtenidos en la reproducción natural. Vale recordar que, a diferencia de lo que sucede en bovinos, donde se pueden obtener 40-50 óvulos en una aspiración folicular laparoscópica (así se llama la técnica), en ovinos sólo se pueden obtener de 8 a 12 óvulos de los cuales sólo prosperará un 25%, o sea, 3 o 4. Esto hace que hoy el procedimiento sea más costoso.

 

Mejoras

“Con los programas de mejoramiento genéticos disponibles y las técnicas de reproducción que vendrán podemos maximizar el progreso genético en las distintas características de interés comercial, como aumentar el peso de vellón, disminuir la finura de la lana, o aumentar el peso al destete de los corderos, impactando de forma directa sobre los ingresos de un establecimiento”, contó el técnico agrónomo Emilio Rivera, jefe de la Agencia de Extensión Río Gallegos de INTA Santa Cruz.

Uno de los trabajos de este técnico, en su condición de extensionista, es facilitarle al productor el acceso a las nuevas tecnologías. “Usar las evaluaciones genéticas en el proceso de selección permite planificar los apareamientos mas convenientes desde el punto de vista del progreso genético de una majada”, aportó Rivera.

 

En el ensayo del INTA se logró un 25% de preñez en un proceso “in vitro” más corto

Y agregó: “Ahí la fecundación in vitro y la transferencia de embriones son tecnologías reproductivas más que interesantes ya que permiten aumentar el número de individuos de un genotipo superior en un ciclo reproductivo”.

En ese contexto, ejemplificó: bajo el método tradicional de reproducción, con una oveja y el mejor carnero, lo más probable es que se logren uno o dos corderos, raramente tres. En cambio, si se usan estas técnicas de reproducción in vitro, el número de corderos se puede multiplicar, el número de individuos logrados, es decir que se pueden obtener más animales y con mejores índices de selección y/o mayor mérito genético para las características buscadas.

“Hay que saber que estas técnicas son de alto costo y también riesgo alto por ahora, debido esto último a la posibilidad de alguna respuesta biológica inesperada”, aportó Rivera.

 

Aceleración y eficiencia

“Estas técnicas permiten la obtención de óvulos más veces en el año, y cada 15-20 días se puede hacer una aspiración folicular y posteriormente la fecundación in vitro, en una caja de vidrio”, contó Rivera. Y prosiguió: “Se está tratando de aumentar la eficiencia del proceso de fecundación y la transferencia embrionaria, buscando ajustar un protocolo que posibilite una fecundación in vitro corta y una maduración in vivo de los embriones, esto es, hacer la transferencia o implantación en la oveja receptora en una fase temprana”.

La fecundación in vitro no se puede hacer a campo. “Sí o sí hay que pasar por un laboratorio, pero lo que sí se puede hacer es obtener embriones y crio-preservarlos hasta transferirlos a la oveja receptora”, contó Emilio Rivera.

“En definitiva, pienso que son técnicas útiles cuando vos tenés los genotipos identificados, como es el caso de las razas difundidas en nuestra zona, tenés la posibilidad de encontrar machos y hembras superiores, ahí es donde realmente tiene sentido hacer esta técnica”, destacó el referente del INTA Río Gallegos.

Para Rivera, entonces, “es algo muy positivo ya que permitirá aumentar la velocidad de progreso en las majadas” pero, “como toda nueva tecnología, habrá que ajustar los protocolos y mejorar la eficiencia de modo que se maximice el retorno económico de la inversión”. Por ahora, se sigue trabajando, y en la “dulce espera”.

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