*Por Alejandro Demel, economista @alejandrodemel

Después de los durísimos años 2016 y 2017 para la provincia, con dificultad de pagar los salarios de los empleados públicos y los docentes, generando varias revueltas y hasta la toma de algunos ministerios por parte del gremio de los docentes, Santa Cruz, a diferencia de otras provincias que se endeudaban en el exterior en dólares para financiar sus gastos corrientes y tener paz social, no lo hizo.

Normalmente las provincias pueden aumentar impuestos o emitir deuda a largo plazo (bonos) o a corto plazo (letras) para cubrir sus gastos corrientes o realizar inversiones en infraestructura.

El aumento de impuestos es una medida muy poco popular y requiere un proceso legislativo. Por este motivo, los gobiernos muchas veces prefieren emitir deuda, ya que los procesos son similares a tomar préstamos del mercado.

Durante el Gobierno anterior se incentivó a que las provincias tomen deudas en dólares, que hoy son insostenibles. Al principio, el incentivo fue para que se endeudaran las empresas, luego las provincias y cuando el ingreso de dólares por deuda se redujo a casi cero (ya nadie le prestaba al país), no quedó otra opción que acudir al salvataje del FMI.

Las dificultades

Hoy podemos notar la gravedad del endeudamiento en dólares: muchas de las provincias están reestructurando sus pasivos por la incapacidad de poder cumplir con las fechas de pago. Imaginemos que si una provincia toma deuda por 100 millones de dólares a un tipo de cambio de 15 pesos, recibe entonces 1.500 millones de pesos; pero si el tipo de cambio 5 años después es de 100 pesos, esa deuda salta a 10 mil millones de pesos, casi imposible de pagar. Peor aún si los ingresos de la provincia están ligados a las transacciones de bienes y servicios que se comercializan de manera interna y no al mercado externo, donde los ingresos varían con relación al precio internacional de los commodities y del tipo de cambio.

Actualmente, San Luis es la única provincia que no posee deuda en dólares. La Pampa, Santa Cruz, Catamarca y Corrientes poseen deuda sólo con organismos internacionales, pero al ser ínfimas y con tasas de interés muy bajas, estas no generan preocupación en sus cuentas públicas. Formosa, Tucumán y Santiago del Estero son provincias que tienen deudas en bonos, pero con montos relativamente bajos.

Reestructuración

En el año 2020, cuatro provincias tuvieron que reestructurar sus deudas: el 29/9 lo hizo Mendoza, el 22/11 Neuquén, el 15/12 Chubut y el 17/12, Río Negro.

Este año fueron seis las provincias que reestructuraron sus deudas: el 22/1 Córdoba, el 19/2 Salta, el 8/3 Entre Ríos, el 18/3 Jujuy, el 24/6 Chaco y el 26/8, Buenos Aires.

Córdoba reestructuró 3 bonos emitidos en 2016 y 2017 por 1.670 millones de dólares que vencían en los años 2021, 2025 y 2027; luego de la reestructuración, estos plazos se modificaron a 2025, 2027 y 2029, evitando desembolsar de esta manera los 3 primeros años desde la reestructuración 459,47 millones de dólares y bajando la tasa de interés.

Salta reestructuró un bono emitido en 2016 por un valor de 350 millones de dólares con vencimiento en 2024, modificando la fecha de pago al año 2027, además de una disminución de casi 2 puntos de intereses, pasando de pagar el 9,125% a 7,23%, permitiéndole evitar un desembolso de 215,25 millones de dólares en los tres primeros años.

Entre Ríos reestructuró un bono emitido en 2017 con un valor de 500 millones de dólares con vencimiento en 2025, para un nuevo bono que vence en 2028 y una baja de interés del 8,75% a 6,99%, evitando desembolsar 165,24 millones de dólares los tres primeros años.

Jujuy reestructuró un bono emitido en 2017 por un valor de 210 millones de dólares a una tasa de 8,625% con vencimiento en 2022, para un nuevo bono con vencimiento en 2027 y una tasa de 7,66%, por lo que la provincia se evitará de desembolsar los tres primeros años 155,73 millones de dólares.

Chaco reestructuró un bono de 2016 por 250 millones de dólares con la particularidad de ser la tasa de interés más altas del país, comparándola con las otras provincias con un valor de 9,375%, trasladando el vencimiento de 2024 a 2028, bajando la tasa a 6,25% y evitando de esta manera desembolsar los tres primeros años 183,25 millones de dólares.

Buenos Aires reestructuró el total de 7.148 millones de dólares y de esta manera evitó pagar 4.450 millones de dólares hasta 2024, triplicando el plazo de vencimiento.

En este momento se encuentran en proceso de negociación las reestructuraciones de los bonos de Tierra del Fuego La Rioja.

La de menor deuda

Hoy, Santa Cruz es la provincia de la Patagonia con menos deuda, según los últimos datos del Ministerio de Economía de Nación, que son a enero de 2021. Mientras que la deuda de Santa Cruz era de 15 mil millones de pesos, la de Neuquén era de 91 mil millones de pesos, la de Chubut 85 mil millones de pesos, la de Río Negro era de 51 mil millones de pesos y la de Tierra del Fuego, de 20 mil millones de pesos. Pero la deuda per cápita (por cantidad de habitantes) también continúa siendo la menor de la región: en Santa Cruz es de 41 mil pesos por habitante, en Chubut es de 138 mil pesos, en Neuquén es de 137 mil pesos, en Tierra del Fuego es de 117 mil pesos y en Río Negro, de 69 mil pesos.

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