El jueves 16 de julio, en un juicio a través de la aplicación Zoom, Adrián “El Gitanito” González reconoció haber secuestrado y mantenido cautiva a su ex pareja durante algunas horas, en noviembre de 2018.
Como la declaración fue lisa y llana, la Fiscalía a cargo de Iván Saldivia solicitó un debate abreviado y pidió una pena de seis años de prisión efectiva para González.
El caso se registró el siete de noviembre del 2017 y tiene como víctima a Dana Casal, una chica que al momento del secuestro tenía 18 años y que hoy tiene un bebé de un mes.

La sentencia contra “El Gitanito” González se conocerá el próximo viernes.

Ella contó a La Opinión Austral el calvario que vivió mientras estuvo de novia con González y cómo, hasta el día de hoy, aún estando preso en Pico Truncado, continúa amenazándola.
González y Dana se conocieron por Facebook y, al poco tiempo del primer encuentro, se pusieron de novios. “El primer mes estuvo bien, no había pasado nada, pero un día empezó cortándome las calzas y camperas que no le gustaba que usara, era muy celoso, a veces hasta me las prendía fuego para que no las use”, dijo Dana.
Los hechos de violencia no fueron pocos. “Yo estaba cegada”, aseguró la joven, y contó que: “Una vez me pegó una trompada y me dejó un derrame en el ojo, y yo lo perdoné”, dijo la sobreviviente, quien además indicó que, cuando estaban en pareja, él consumía cocaína y marihuana. “Me decía que fumaba porro porque si no se ponía nervioso”.

No me provoques, sabés que tengo puntería, eh

Uno de los hechos de violencia más graves ocurrió dentro del auto de González. Él siempre llevaba un cuchillo porque “me decía que tenía enemigos y él tenía que defenderse”. Durante una discusión por la calza que ella llevaba, González sacó el arma blanca y le tajeó el pantalón, además de producirle una herida en el muslo izquierdo.
Otro episodio que la joven contó a LOA tuvo lugar en la periferia de Río Gallegos, cerca de la casa del barrio Bicentenario donde “El Gitanito” vivía. Según contó Dana, él la llevó a un descampado porque nadie los vería y, tras una discusión por la que ella quería terminar la relación, González comenzó a pegarle con un cable.
Intentando escapar del ataque, ella comenzó a correr y escuchó tres disparos. Era González que había sacado un arma y había tirado al aire. “No me provoques mirá que sabés que tengo puntería, eh”, le gritó “El Gitanito”.
Los hechos pasaban y fue la madre de Dana quien, cansada de ver que su hija volvía siempre golpeada, radicó la denuncia. Sólo hubo una restricción en su momento contra González.
El día del secuestro se dio cerca de la casa de la sobreviviente en el barrio 52 Viviendas y fueron cuatro horas interminables en las que ella intentó calmar al cobarde agresor. Finalmente, cuando llegaron a la morada del barrio Bicentenario, la Policía detuvo a González.

El momento cuando González fue detenido por la Policía, tras el secuestro y los hematomas producto de las heridas que le propinaba a Dana.

“El Gitanito” trató de convencer a Dana para que diga que él no la había secuestrado, pero al tener la negativa por parte de la joven, comenzó a amenazar por llamadas telefónicas. “Cuando salga de acá te voy a matar”, “si mi abuelo se muere estando adentro, cuando salga te voy a matar a vos y a tu mamá”, “sino voy a vender mis autos y voy a contratar gente para que te mate”, fueron sólo algunas de las amenazas que la joven recibió en marzo de este año cuando fue la última comunicación.
“Tengo mucho miedo, siempre sueño que viene gente a matarme a mí y a mi familia, nosotros no sabemos qué hacer”, dijo Dana, a la espera de la sentencia que se dará a conocer el próximo viernes.

“”.

ADRIÁN GONZÁLEZ

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