A Ezequiel Aguilera, el papá de Selena, le dijeron que su hija viviría 48 horas el día que nació. Sin embargo, hoy, con seis años, la niña se enfrenta a una cirugía que le cambiaría la vida por completo y le dará la calidad de vida que siempre soñó.

“Sele” nació con un síndrome en el hueso radio en ambos brazos y, por ese motivo, también tiene problemas en la médula ósea. Atravesó 13 cirugías desde su nacimiento, 11 para corregir sus brazos y dos por un catéter que tenía para algunas transfusiones.

Entre algunos de los conflictos que atravesó, a sus seis meses comenzó con epilepsia y llegó a tener entre cuatro y cinco convulsiones por día. Hoy, afortunadamente, ya no toma medicación.

Tras un viaje a España que hizo con sus padres en noviembre, sus médicos avalaron la cirugía definitiva para mejorar su vida y el 25 de marzo tiene el turno en Barcelona.Sin embargo, sus padres nec

esitan juntar más de 3 millones de pesos para diferentes gastos propios del viaje y la estadía, además de algunos estudios médicos que abarcan radiografías y se hacen de forma particular. Ezequiel, su papá, dialogó con Radio LU12 AM680 y contó cómo fue que se enteraron de la patología de “Sele” y cómo es su vida hoy.

Contó, en principio, que iniciaron la campaña porque surgió la oportunidad de operar a su hija en España: “Sería una cirugía definitiva, así que estamos muy esperanzados en poder ver si se puede dar, tenemos todo encaminado y nos falta un último tramo”.

Actualmente la vida de Sele “es normal”, relató: “Desde la salud, hoy está mucho más estable. Cuando nació tenía varias complicaciones, desde transfusiones de plaquetas, epilepsia y le tocó pasar diferentes dificultades, el único problema es que le cuesta hacer algunas cosas que requieren algo de fuerza, como atarse el pelo o subirse los pantalones”.

“Sele”, contó su papá, “nunca perdió las ganas, su sonrisa, si hay algo que la caracteriza es eso, en medio del proceso de su salud, nunca las perdió, quienes la conocen en persona saben que es muy compradora”.

Ezequiel contó que tienen otro hijo que se llama Tiziano, que tiene nueve años: “Ha sido clave para que ella pudiera ser feliz”, agregó.

Cuando “Sele” nació, los médicos les dijeron que no iba a vivir más de 48 horas. “Dese ese momento nos pusimos un desafío como familia y fue disfrutarla, por eso nos ha tocado hacer pijamadas, campings afuera del Hospital Garrahan o de Bahía Blanca, hemos tratado de buscar la vuelta para que este proceso no sea desde el dolor, sino de disfrutar de los pequeños detalles”.

Su papá agregó: “Hoy es todo disfrute, ha sido todo muy duro, como papás en ese momento se nos vino el mundo abajo porque la habíamos esperado todo el embarazo con muchas ansias”.

Contó, además, que “no sabíamos nada de esta malformación, sino que nos enteramos el día que nació; cuando nos dijeron que le daban 48 horas, nos miramos con mi esposa y dijimos: Será como Dios quiera, pero el desafío era poder disfrutarla”.

Para colaborar con “Sele”, el celular de su papá Ezequiel es 297-4423718.

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