Hasta el próximo 8 de febrero se desarrolla, mediante plataforma digital, la consulta pública sobre el proyecto de construcción de instalaciones de explotación de hidrocarburos “Fénix en Cuenca Marina Austral (CMA-1)”, que lanzó el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Nación.

Fénix es un yacimiento de gas ubicado en la Cuenca Austral, en aguas de jurisdicción nacional, a la altura de Tierra del Fuego. Este proyecto de explotación costa afuera comprende la construcción e instalación de una plataforma gasífera no tripulada, a la cual se conectarían tres pozos perforados a una profundidad de agua de 70 metros. Abarca todo el ciclo de vida de las instalaciones (construcción, producción y abandono).
El proyecto cuenta con una inversión de USD 700 millones y es para explotación. Lo encara un consorcio de empresas conformado por la alemana Wintershall DEA, la francesa Total Energies y la argentina Pan American Energy (PAE).
Una particularidad de Fénix es que su producción será transportada por un gasoducto de 36,5 km, conectado a la plataforma costa afuera existente, “Vega Pléyade”. En las plantas de Río Cullen y Cañadón Alfa se procesará y acondicionará el gas extraído para luego inyectarlo al gasoducto San Martín.

Este dato no es menor, ya que, a diferencia de Vaca Muerta, que espera la construcción de un nuevo ducto, el San Martín lleva el gas hasta Buenos Aires y tiene capacidad ociosa suficiente para trasladar los 10 millones de m3/día que podría llegar a producir Fénix en su momento pico. Representa cerca del 8 % de la producción actual de gas del país. El plazo estimado de generación es de unos 15 años.

Fénix busca el aumento del aprovisionamiento y la disponibilidad de gas para la Argentina, a partir del incremento de la producción gasífera del yacimiento ubicado dentro de la Cuenca Marina Austral 1, donde hoy operan 5 plataformas en el mar (en producción desde el año 1989) y dos plantas de tratamiento de gas en tierra.
El megaproyecto offshore se instalaría a unos 60 km hacia el oeste de la costa de Tierra del Fuego y a más del doble de distancia respecto del punto más cercano de Santa Cruz .

La Consulta

El proyecto prevé la realización de dos instancias. La primera corresponde a la instancia previa a la presentación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA), distribuyendo el documento de divulgación a las principales partes interesadas identificadas.

La segunda es posterior al EIA y es imprescindible para la emisión de la Declaración de Impacto Ambiental (licencia ambiental) por parte de Ministerio de Ambiente de la Nación. Cuyo primer paso, la “consulta pública”, se está realizando ahora, que luego dará lugar a la Audiencia Pública.

En la consulta se busca recoger las inquietudes y observaciones de la ciudadanía para garantizar su participación plena y efectiva en la toma de decisiones ambientales y, a la vez, contribuir a la mejora del proceso de evaluación ambiental.
Tiene tres ejes: el primero describe las actividades a realizar en el marco del proyecto; el segundo aborda sus líneas de base ambiental, y el tercero detalla los potenciales impactos ambientales, los programas diseñados para mitigar esos impactos y las instancias de participación desarrolladas por la empresa proponente.

Para cada uno de esos puntos está a disposición un foro y un correo electrónico de contacto para quienes deseen ampliar sus comentarios o enviar documentación específica, que estará habilitado hasta el mismo 8 de febrero.
Para garantizar el acceso de la ciudadanía a la consulta, se dispusieron más de 600 puntos digitales en las 24 jurisdicciones del país, donde se brinda asesoramiento y se facilitan las herramientas para participar. En Santa Cruz la convocatoria se realizó a través de la Secretaría de Estado de Ambiente.
Los interesados en participar cuentan con el documento sobre el proyecto y las principales conclusiones del EIA. Y pueden solicitar información adicional si se considera que faltan datos relevantes.

Participación

La consulta comenzó el 25 de enero. En los primeros días se registraron más de 70 participantes en cada eje, dando cuenta del interés despertado.
La misma se realiza bajo el marco del procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental dispuesto por la Resolución Conjunta N° 3/2019 entre la entonces Secretaría de Energía y la Secretaría de Ambiente.

Esta resolución establece que toda persona titular de un permiso de reconocimiento superficial, permiso de exploración o concesión de explotación de hidrocarburos más allá de las 12 millas marinas (costa afuera) deberá cumplir con un procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) y obtener la Declaración de Impacto Ambiental antes de ejecutar el proyecto.
Cabe señalar que la explotación exitosa de Fénix es un impulso para retomar la exploración offshore en la Cuenca Austral que tiene un gran potencial.

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