El intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, otorgará un bono a los empleados municipales que realizaron tareas esenciales a lo largo de la pandemia.

Fuentes del gabinete gubernamental -que acompaña la gestión del jefe comunal- lo confirmaron en exclusiva a La Opinión Austral e indicaron que se barajan dos montos a pagar -por única vez- entre los trabajadores: $ 10.000 y $ 5.000.

Los trabajadores quieren que el intendente participe del próximo encuentro.

Si bien no hubo confirmación oficial, se dejó entrever que el monto que percibirán los agentes declarados “esenciales” dependerá del tiempo que los mismos hayan prestado servicio desde que se decretó -por primera vez- la cuarentena. Esta información clave será determinada por los jefes de cada sector.

El reconocimiento económico alcanzaría a unos 1.200 trabajadores. Representa entre un 20 y un 25% de la planta total del municipio capitalino.

La noticia trascendió mientras el Ejecutivo local y el SOEM debaten abiertamente en la paritaria por un aumento salarial sin llegar a un acuerdo. En este escenario, La Opinión Austral supo que el anuncio fue bien recibido por quienes serán beneficiados. Pero la entidad sindical mostró su descontento y exigió que el desembolso se sume a la propuesta salarial.

La oferta proveniente de la gestión de Pablo Grasso es del 14,5% de incremento con el congelamiento de los plus y horas extra. Pero fue rechazada por insuficiente y la entidad sindical exigió que la suba vaya a tono con lo que arribó Provincia con las entidades gremiales que representan a la Administración Pública Provincial, por un 20%.

 

SOEM

Mientras el anuncio del Ejecutivo se concretó en distintas visitas que el gabinete municipal realizó a diferentes sectores, el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales formalizó su pretensión de darle continuidad a la negociación salarial para discutir el bono y el incremento de haberes.

Los pedidos fueron cursados al Municipio y al Concejo Deliberante en la tarde de ayer. Inicialmente, la audiencia fue solicitada para esta jornada, pero se postergó para mañana viernes a las 14 horas.

La gestión de Grasso debe confirmar si se llevará adelante la paritaria este viernes.

La pretensión de los obreros es dejar atrás la virtualidad y regresar al viejo esquema “cara a cara”, pero bajo los protocolos de bioseguridad vigentes en el ámbito municipal. El objetivo es que la audiencia se haga en el edificio del Concejo.

Además, demandaron -también por escrito- que concurra el intendente Pablo Grasso y así debatir con la autoridad política máxima. La misión -insistieron- es superar el 14,5 % ofertado hasta aquí.

Es una decisión política la que se discute hoy, el bono tiene este condimento y esperamos la buena predisposición de Grasso a dialogar con nosotros”, remarcó Oscar Coñuecar, secretario adjunto del gremio, a La Opinión Austral.

Evaluó que en la paritaria “jamás” se hizo mención del bono Covid-19 y aseguró que hay “deslealtad” en la negociación. “Nuestra experiencia nos marca claramente que esta decisión una gestión municipal no la toma de un momento a otro, esto era analizado y nunca lo comunicaron”, planteó.

Mientras rige el estado de alerta, exigió que “el reconocimiento salarial para los esenciales debe ser trasladado el debate salarial”; “el secretario de Hacienda asegura que el 14,5 % demanda un esfuerzo aproximado de $ 30 millones, mientras que el bono significará por lo menos unos $ 10 millones”.

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