Después de anunciar, un sábado a la noche, el apartamiento de Juan José Aranguren y Francisco Cabrera, este miércoles los nuevos ministros juraron en sus cargos y ya son oficialmente los titulares de esas carteras.
Javier Iguacel es el nuevo ministro de Energía. De él depende la política hidrocarburífera, clave para provincias como Santa Cruz, y también la política tarifaria, que tanto impactó en la economía de bolsillo de los argentinos. Sin claridad sobre si habrá cambios definitivos en la política de “libre mercado” que impulsó Aranguren hasta la última devaluación del peso, el nuevo titular de la Cartera energética ya confirmó que seguirá con la senda trazada por su antecesor en lo que es la actualización de tarifas. “Hay acuerdos que existen para septiembre y octubre, para terminar de recomponer las tarifas y buscar este equilibrio entre coyuntura y largo plazo para la Argentina”, dijo Iguacel apenas asumió.
El funcionario agregó que el objetivo es lograr el menor impacto posible en los bolsillos de los argentinos y aseguró que están estudiando el impacto de la suba del dólar “para lograr que sean tarifas competitivas y tanto el público como las pymes y las industrias puedan seguir trabajando”.
Con cambios claves en áreas sensibles para Santa Cruz, el cambio de funcionarios en las carteras de Energía y de Producción puede ser determinante en algunas definiciones que están en la nebulosa todavía.
La política hidrocarburífera es una de ellas. Entre las últimas decisiones de Aranguren se cuenta la vuelta del “barril criollo” desacoplando el precio interno con el externo para “evitar” una suba más importante en los combustibles que también fue de la mano con el “congelamiento” de precios por 60 días. En una semana más, ya las petroleras quedarían “liberadas” para aplicar los aumentos que no pudieron realizar en estos dos meses.
Otra decisión que trajo algo de polémica fue anticipar que podría haber “freno” en exportaciones de crudo, en tiempos que aún no se logra el abastecimiento interno. Entre las operadoras alcanzadas se encontraba la china Sinopec, que opera, principalmente, en Santa Cruz.
Será ahora Javier Iguacel quien determine cómo se seguirá adelante en ese sentido, y toda decisión que se adopte tendrá una repercusión inmediata en las regalías que perciben las provincias productoras.
Por otra parte, la asunción de Dante Sica en Producción conllevó el cambio de órbita de la Secretaría de Minería que dejó de pertenecer a Energía para pasar a su ámbito. Con ello, también asumió la responsabilidad final sobre el futuro de YCRT, hoy empantanado en un fracasado diálogo con la Intersindical dando por finalizado el proceso preventivo de crisis en la Cartera de Trabajo.
Sica asumió afirmando que buscarán dar mayor liquidez a las empresas y Pymes y profundizar “todo lo que tenga que ver con la competitividad”.
Sica es economista y contador público. Fundador de la consultora Abeceb, que asesora a empresas e instituciones nacionales e internacionales en temas de gestión empresarial, análisis económico y políticas públicas.
Fue secretario de Industria, Comercio y Minería en la presidencia de Eduardo Duhalde y, cumpliendo esa función, había planteado su mirada contraria a la viabilidad de Yacimientos Carboníferos Río Turbio considerando, ya en aquel momento, que era inviable. No tuvo eco en el Gobierno de Duhalde que ratificó la figura de la Intervención, al quitarle la concesión a Sergio Taselli.
Hoy, 16 años después, Sica vuelve a tener autoridad y determinación sobre la Carbonífera. Desde la actual Intervención, reconocieron que con el cambio de funcionarios “varía el paradigma”, y que puede ser que las nuevas autoridades “tengan otro enfoque” y que, de ser así, “nosotros debemos adecuarnos, pero es imprescindible que a nivel gremial y social se asuman con plena conciencia las implicancias que acompañarán las decisiones tomadas por todos los actores en este proceso, y se piense y actúe con madurez y de manera sensata”.
Luego del fracaso de la Intersindical, la posibilidad de que se avanzara en un cierre de YCRT creció con fuerza, pero rápidamente las propias autoridades de la minera salieron a desmentirlo. “Nuestro compromiso como empresa continúa intacto”, aunque remarcan que “debemos seguir los procedimientos y ser fieles a nuestras convicciones, pero sin perder de vista el contexto de país donde actuamos y actuar en función de la crisis que nos toca vivir por cuestiones multicausales, pero que indudablemente requiere de todos nosotros el esfuerzo suficiente para poner a YCRT a producir carbón, haciendo los sacrificios necesarios para cumplir esos objetivos”.

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