Sólo tres de los cuatro acusados por el homicidio de Fabián Gutiérrez quedaron procesados por el crimen del ex secretario presidencial, el pasado viernes 3 de julio, en la ciudad de El Calafate.

El juez Carlos Narvarte no obtuvo pruebas para imputar a Agustín Zaeta y es el único joven que quedó libre, tras haberse dictado la falta de mérito.

Facundo Zaeta -su hermano-, Facundo Gómez y Pedro Monzón quedaron tras las rejas, con prisión preventiva, por el delito de “homicidio criminis causae, agravado por premeditación y alevosía“.

Tras una rápida investigación por parte de las autoridades judiciales de manera conjunta con los investigadores de la Policía Provincial, se logró dar rápidamente, a escasas horas de cometido el asesinato, con los responsables.

Los días posteriores al hallazgo del cuerpo del empresario fueron de mucho movimiento en el juzgado de la villa turística. Algo casi sin precedentes, al igual que el operativo de búsqueda de Gutiérrez, cuando todavía se lo pensaba desaparecido.

El juez Carlos Narvarte y la fiscal Natalia Mercado tuvieron jornadas maratónicas de recopilación de pruebas y recepción de declaraciones indagatorias y también testimoniales, que incluso en algunos días culminaron en horas de la madrugada del día siguiente.

Paralelamente, los abogados defensores hacían lo suyo. Los doctores Carlos Telleldín y Carlos Muriete lograron la liberación de uno de sus pupilos, el mencionado Agustín. No así con Facundo, quien se cree fue la persona que le dio muerte a Fabián Gutiérrez, ahorcándolo.

Por su parte, la Dra. Carolina Scamperti representa a Pedro Monzón y los Dres. Tomás Rodríguez y Ricardo Camutti defienden a Facundo Gómez.

La abogada hizo declarar a su defendido varias veces. El joven fue el primero en “quebrarse” y decir lo que habían hecho. Ante ese panorama, no le quedó más remedio que seguir hablando y acomodar los acontecimientos. Dar su versión -obviamente- y alejarse del asesinato, buscando un rol más secundario: el de limpiar la escena del crimen y apoyar a un “amigo”.

 

No convenció al juez. Las pruebas le jugaron en contra, además de situarse él mismo en tiempo y espacio en la casa de Fabián Gutiérrez. A esto, sumado a que la autopsia reveló que al hombre lo golpearon, maniataron y torturaron dos o más personas.

Una de las aristas que llamó la atención -hasta del propio juez-, además de la violencia, ensañamiento y premeditación del hecho, fue la edad de los involucrados en este brutal crimen: Zaeta (19), Gómez (20) y Monzón (18).

Este último estaba a punto de graduarse en cinturón negro de judo. Ha participado de los Juegos de la Araucanía representando a Santa Cruz y también de los Evita. Quienes lo conocen, lo destacan como un deportista en ascenso, que ha llegado a entrenarse a la par de Tomás Spikerman, un destacado judoca calafatense.

¿Qué lo llevó a participar de tan violento crimen? ¿Cambió su indagatoria presionado por su empleador, Facundo Gómez?

“Estoy terminando quinto año, a punto de graduarme de cinturón negro de judo, este año cumplí 18, mi familia es trabajadora. El trabajo es inculcado por mi familia, he trabajado con mi papá en todo… con la pala, en el frío, mano dura, nunca me negué”, dijo en su última ampliación indagatoria ante Carlos Narvarte, en la que, nuevamente, se desvinculó de haber golpeado a Gutiérrez y puso el foco del asesinato y planificación en Facundo Zaeta, aunque -tal como anticipara La Opinión Austral– dijo que Facundo Gómez en la comisaría le dio unos papelitos para que hablara a su favor.

 

Facundo Zaeta.

Gómez le daba trabajo a Monzón en la agencia de vehículos de su padre, a quien el juez le secuestró en los últimos días varias camionetas RAM.

Según su testimonio, ambos llegaron juntos a la casa de Gutiérrez y ya Zaeta lo tenía maniatado y gravemente herido.

“Vamos a salir de esta, pero juntos, perjudicarnos no nos lleva a nada, te quiero hermanito”, le escribió Facundo Gómez a Pedro Monzón en días previos a que declarara nuevamente ante el magistrado.

Le preguntaron si Gómez le pegó a Gutiérrez y dijo que no, y que él tampoco. Siendo interrogado más intensamente en este aspecto por la fiscal Natalia Mercado, admitió sentirse presionado por su empleador.

Fue allí que señaló que Gómez golpeó con una piedra en la cabeza a Fabián Gutiérrez, testimonio que coincide con el de Facundo Zaeta. Uno de los pocos.

“Recuerdo cuando el cuerpo estaba en el piso del hall de la casa, fue cuando Facundo Gómez, con una piedra, en la cabeza lo golpeó a Fabián Gutiérrez, y después fue cuando Zaeta agarró la alfombra y ahí lo rodó arriba, y ahí fue cuando ya cargamos el cuerpo en la camioneta…”, consta en el expediente.

 

Facundo Gómez.

“Yo estuve circunstancialmente”, dijo Monzón. Su abogada intentará desligarlo del crimen en sí, aunque la tiene muy complicada porque, como ya se mencionó antes, él mismo se ubica en el lugar del asesinato y la autopsia marca que fueron varios quienes participaron.

“Creo que eso ya estaba planeado desde antes, como que ellos (Gómez y Zaeta) ya lo habían planeado”, agregó en su última indagatoria antes de ser procesado.

Lo que también declaró, y sembró dudas en el juzgado, fue con quién hablaba Gómez mientras estaban en la casa de Gutiérrez.

“Sacaba su celular y lo veía, mandaba audios y escribía, lo sacaba del bolsillo y lo miraba cada tanto”, dijo. ¿Hay alguien más involucrado? Las pericias en los cinco teléfonos celulares es clave para la continuidad de la causa.

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