Cerca de las 2.30 de la madrugada de este lunes, Héctor Fabián Esponda (53) recibió un llamado mientras manejaba el remis. Según la primera hipótesis, el asesino se habría comunicado al teléfono particular del chofer simulando ser un pasajero que requería un viaje.

 

Leer más:  “No descartamos ninguna hipótesis”

 

Todo indicaría que tras subirse al auto y pedirle que maneje hasta una zona de pasajes ubicada en el barrio Manantiales, el homicida sacó un arma blanca y le dio al menos diez puntazos en distintas zonas.

 

Leer más: ¿Quién era el remisero asesinado a sangre fría en El Calafate?

 

Una vez perpetrado el crimen y para evitar dejar rastros, el asesino dejó el cuerpo bañado en sangre en la parte trasera del vehículo Chevrolet Corsa e intentó incendiarlo. Sin embargo, alertados por los vecinos, Bomberos llegó al lugar y luego de evitar que las llamas se propaguen hallaron el cadáver.

 

A horas del hallazgo, un joven de 36 años fue detenido y la teoría del ajuste de cuentas es la que resuena más fuerte. Esponda habría dejado cuentas sin pagar motivo por el cual se habría ocasionado una diferencia irreconciliable que derivó en el horrendo crimen.

 

Leé más notas de La Opinión Austral