Zaeta tiene 19 años, es de una familia adinerada y reconocida en la ciudad de los Hielos Eternos al igual que las de sus amigos, también detenidos. Él es nieto de Oscar Zaeta, de 71 años, el más tradicional escribano de la localidad.

No es la primera vez que Facundo tiene roces con la Justicia. En octubre del año pasado, la Policía Federal lo detuvo cuando estaba en Volkswagen Bora junto a amigos y les encontraron dosis de LSD, marihuana y unos 20 mil pesos en efectivo.

Tal como lo informó La Opinión Austral, el hecho se registró en el mediodía del pasado 8 de octubre en la costanera de Río Gallegos cuando el personal de la delegación local de la Policía Federal hacía un patrullaje por la zona y se percató de un Volkswagen Bora donde había un grupo de chicos -entre ellos Facundo Zaeta y Cristóbal Riestra, un corredor de Turismo Pista- en actitud sospechosa.

Cuando los efectivos de la Policía de la provincia requisaron el rodado, hallaron unos 20 gramos de marihuana, casi 50 dosis de LSD y la cantidad antes mencionada.

En esa oportunidad, Zaeta y sus amigos fueron trasladados a la dependencia policial de la calle Fagnano por unas horas, pero luego la Justicia Federal ordenó que recuperaran la libertad.

Además de Zaeta, por el crimen de Gutiérrez quedaron detenidos: “Juanca” Monzón y un tercero de apellido Gómez, cuya familia también es de una gran tradición dentro de El Calafate: su abuelo Oscar tenía una tradicional vidriería que fue virtualmente fundida por Martín, uno de sus hijos y padre del aparente homicida.

Cabe remarcar que el hermano de Facundo también fue detenido. Él fue interceptado cuando intentó fugarse.

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