Según una proyección de la radio pública NPR, de los 100 condados con mayores tasas de letalidad per cápita de la pandemia, en 68 Trump amplió su votación de 2016.
Las proyecciones de los principales medios indican que Trump perdió por más de 4 millones de votos a nivel nacional, pero para el sistema electoral indirecto, que es el único que realmente vale, fue derrotado por menos de 100.000 votos en cuatro de los cinco estados que terminaron definiendo la elección.
Este resultado, aunque entregó una victoria clave a los demócratas, podría terminar dibujando un escenario menos complicado para los republicanos y su reconstrucción como oposición que para el futuro oficialismo y el equilibrio que tendrá que hacer para conciliar y conservar el amplio abanico de intereses que se encolumnaron detrás de Biden.
Los senadores republicanos recibieron una lluvia de críticas al final de la campaña por confirmar en tiempo récord a la candidata de Trump para la Corte Suprema, pero por ahora solo perdieron en términos netos una banca y el control del pleno se jugará en dos balotajes en Georgia.
En la Cámara de Representantes, bastión de la resistencia demócrata durante los últimos dos años, los republicanos obtienen por ahora una ganancia neta de seis bancas, un avance que no les alcanza para aspirar a controlar el pleno, pero sí marca una derrota para el liderazgo de la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi.
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