El 22 de junio de 1986 en el estadio Azteca Diego Armando Maradona se consagró para siempre como el ídolo popular más querido de la Argentina al hacerle dos goles a Inglaterra, uno con la mano y el otro considerado como el mejor de la historia.

AMAR-ADONA Multitudinario y emotivo adiós en Casa Rosada. Miles lo despidieron, millones lo lloran. Inolvidable ceremonia por Diego Maradona. El fin de una era.

Luego de ese partido en el que se avanzó a los cuartos de final del último mundial conseguido por la selección, Steve Hodge, un mediocampista inglés intercambió su remera con Maradona tras, lo cual le costó duras y fuertes críticas por parte de sus compañeros en un vestuario en donde encendido de la bronca por “la mano de Dios”.

“Fue un lugar enojado porque sentimos que nos habían engañado, podríamos haber llegado a la final y quizás haberla ganado”, recordó el ex lateral Kenny Sansom en una cita que publicó el periódico The Sun.

Lo cierto es que más allá de la furia del momento, sin saberlo, la humildad llevó a Hodge a apropiarse de la casaca más cara en la historia de la humanidad valuada en 600 mil dólares, tres veces más cara que la que 10 que Pelé utilizó para ganar su primer título en México y que fue comprada en Christie ‘s de Londres, por una suma superior a los 200 mil dólares de la época (2002).

 

Más tarde, al cabo de más de 25 años, el ex jugador inglés la cedió al Museo del Fútbol en la ciudad de Manchester, Inglaterra.

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