En las últimas semanas, la región del sur de Chile se transformó en la más afectada por la pandemia de COVID, al detectar cientos de casos diarios. Casi el 60% de las camas de los hospitales están ocupadas por personas contagiadas, situación que obligó a derivar 18 pacientes a otras localidades del país trasandino.

 

Durante la jornada del viernes, dos muertos se sumaron a la lista que ya cuenta con 50 fallecimientos y las autoridades sanitarias detectaron 112 nuevos infectados, de los cuales 109 corresponden a la ciudad de Punta Arenas y 2 a Cabo Hornos.

 

En las últimas horas, el intendente regional José Fernández y todo su equipo de gabinete tuvieron que ser aislados luego de que se conociera que un funcionario de su gestión con el que habían compartido una reunión dio positivo.

 

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