“Yo vivo en Quito y acá dentro de todo no escuché que hablen de que la situación está grave, lo que sí sé, es que es Guayaquil, ahí están complicados y la gente la está pasando mal ahí”.

En cuanto a su entrenamiento y trabajo, Alvarado explicó: “Estoy haciendo rutinas físicas, con algunas charlas por videoconferencia con el Cuerpo Técnico, pero más que eso no se puede hacer y hay que esperar, lo único es quedarnos en casa todos”.

Así, el calafateño entrena y espera, de cómo será el regreso del fútbol en ese país y en Sudamérica en general.

Guayaquil es uno de los lugares más castigados del mundo por el coronavirus. Los servicios de salud están colapsados, los hospitales se encuentran desbordados y la desesperación es moneda corriente. A tal punto que muchos muertos terminan en las calles o en contenedores.

En los últimos días, la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) puso a disposición de las autoridades de Salud las instalaciones de “La Casa de la Selección”, ubicada en el norte de Quito, para el caso de que se necesite utilizar el espacio como albergue, debido a la pandemia de coronavirus. (Fuente: Ahora Calafate)

 

EN ESTA NOTA Pablo Alvarado

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