Su amor por este deporte inició a los 9 años, cuando junto a su familia dejaron Misiones por cuestiones laborales y vinieron a vivir a Río Gallegos. En ese entonces, por su padre Juan empezó a jugar al fútbol y desde ahí se convirtió en su motor de cada día.

La historia de la futbolista Ludmila Oporto comenzó en la capital de Santa Cruz con el club Quilmes, en Futsal, donde dirigía su padre, su referente.

En primera persona, este lunes se estrenó la entrevista de La Opinión Austral junto a la deportista en un mano a mano donde habló de todo. Desde Quilmes, su paso por el Fútbol de los Barrios donde jugó en Ahoniken y CarMar, su paso por Huracán, y lo que le afrontó para llegar donde está ahora: triunfando en la Primera División del Fútbol Femenino de Argentina con El Porvenir.

“De un día para el otro, unas compañeras de fútbol no tenían DT y agarró mi papá (Juan). El es un apasionado del fútbol con el hablamos siempre de del deporte. Es lindo, aprendo mucho de él“, expresó en primera instancia, a lo que agregó: “El es el pie de lo que soy yo ahora”.

Sus primeros pasos: “Primero jugué con Quilmes futsal, después pasé a Juventud Petrolera, donde mi papá seguía siendo el DT y después estuve en Ahoniken y en Car-Mar (liga de los barrios) jugando con varones”, señaló.

Ante esta experiencia, donde jugó en la 4° y 5° de Car-Mar en el fútbol masculino, manifestó: “Fue muy divertido, yo siendo mujer y jugando con varones que los primeros partidos no me hacían nada. Yo siempre dije que en la cancha soy un hombre y si vas a jugar conmigo vení fuerte. Aprendí mucho con ellos“, aseguró la actual futbolista de El Porvenir.

Fue en el 2019, en su último año de secundaria, cuando Ludmila jugó los Juegos Binacionales de la Araucanía en La Pampa: allí metió un gol de mitad de cancha que recorrió los sitios web del país y el que le permitió ir a mostrarse a Buenos Aires.

Después de ese tanto, regresó a Río Gallegos culminó sus estudios y viajó con su familia a Buenos Aires. En Reserva me quería Gimnasia de La Plata, Boca Futsal y UAI Urquiza, pero ellos no me daban pensión. El único club que me dio alojamiento fue Huracán“, comentó sobre la “3” del “Porve”.

Antes de debutar, de que todo vaya bien, Ludmila sufrió junto a su mamá un robo en una de las piezas que alquilaban cuando ella recién comenzaba. Esto ocurrió en plena pandemia de Covid19, luego retornó a RG y cuando recibió el llamado de Huracán para que retorne la alojó Mabel Salinas, histórica jugadora y delegada del femenino de Huracán.

En Huracán vistió la “21” del Globo.

Con el “Globo” conoció canchas, fue parte del equipo que jugó en el Estadio Tomás Adolfo Ducó y allí convirtió su primer tanto con el “Globo” y en la Primera del Fútbol Femenino en la derrota 3 a 2 ante Excursionistas.

Actualmente después de jugar en Huracán, se probó en diciembre del 2021 en El Porvenir y automáticamente fue fichada. Ahora vive en la pensión y a su vez estudia la Licenciatura de Actividad física. Sobre esto comentó: “El fútbol no te va a mantener toda la vida, siempre hay que tener otras variantes y el estudio es importante“.

Ludmila actualmente juega en la Primera de El Porvenir.

Por último, la futbolista dejó un mensaje en especial a aquellas deportistas que sueñan con llegar a la Primera de un club: “Luchen por su sueños que no están lejos y es lo que uno quiere. Que sigan luchando, que mejoren. Para ser jugadora profesional yo dejé muchas cosas de lado, cumpleaños, día del padre, de la madre, muchas cosas que duelen pero valen la pena”, culminó.

Esta entrevista podes verla completa en el canal de Youtube de La Opinión Austral.

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