Graciela Suárez, miembro fundadora de la red, señaló en declaraciones a Radio LU12 AM680, que se encuentran atravesando una etapa crítica en el comedor que brinda el almuerzo a 206 personas diarias. “Anuncié que hasta mayo nos quedábamos porque no da para más, comenzó a venir tanta gente que no podemos sostenerlo. El tema es qué solución les damos, no sabemos dónde irá esa gente después”, manifestó.
Graciela Suárez detalló la preocupación que atraviesan las mujeres que llevan adelante la red, que no sólo abarca almuerzo y merendero, sino todas las áreas sociales. Es que, tal como relató, la situación “no da para más”, dado que se desbordó de gente que día a día acude por una ración de comida.
“Anuncié que hasta mayo nos quedábamos con la red porque no damos para más, tratamos de estirarlo pero ya no podemos”, sostuvo la fundadora, quien además explicó que el diálogo con el área social de la provincia “es una lucha diaria de años; antes empezábamos con el merendero y ahora el comedor, pero llegó tanta gente que no podemos más. Desarrollo nos da algunos alimentos cada tres o cuatro meses y eso a nosotros no nos alcanza”, indicó.
Hoy, sostuvo Suárez, cuentan solo con el almuerzo, mientras que esta semana comenzarán con el merendero, dado que las clases escolares están por comenzar. Actualmente, la Red de Mujeres Solidarias recibe a 206 personas diarias.
“El tema es que a nosotros la gente nos ayuda y colabora muchísimo, pero se nos complica con el tema de la carne. Antes nos ayudaba La Rural que nos donaba carne; en noviembre/diciembre eso se cortó y nos tiró muchísimo para atrás. No sabemos qué paso, llamamos y hablamos pero nada. Creo que fue demasiado para ellos. Personalmente lo llevaban, pero al haber tanta gente es mucho”, manifestó.
Sobre el cierre de la Red, sostuvo: “Es una pena y me duele muchísimo, porque es mucha gente que no sabemos a dónde va a ir. El tema es qué solución le damos. Busqué todas las formas de estirarlo pero no da para más esto”. El trabajo que llevan adelante, continuó, es de “el día a día, directamente casi no duermo pensando si tenemos algo para darle a la gente el otro día; la comunidad colabora, pero una caja de pollo nos dura dos comidas si la estiramos mucho”, razón por la cual “el ingenio no da abasto”.
En cuanto al funcionamiento de la Red, indicó que son 150 mujeres trabajando de forma voluntaria, mientras que sólo en el comedor son 70: “Tenemos gente trabajando en toda la ciudad en todas las áreas, asistimos gente en situación de calle, estamos todo el tiempo trabajando, pero no se nota porque está todo enfocado en el comedor, y la realidad es que nos dedicamos a todas las áreas sociales”.
Suárez, que es la fundadora y quien dirige la Red, consultada sobre la posibilidad de que alguien más tome el mando, indicó que se lo dejaría a alguna de las mujeres que trabajan con ella: “Pero me han dicho que no están preparadas, en mi casa particular tengo gente todo el día que vienen a pedir mercadería y lo que tengo les doy, yo amo hacer lo que hago pero no nos queda otra”.
Asimismo, señaló que se acercaron desde un gremio a ayudar: “De todas maneras se acercó un gremio que va a tratar de darnos una mano para que podamos seguir con esto. Ya que nos ayuden un poco es suficiente, no pedimos lujos, solo necesitamos carne y verduras para seguir con el comedor”.
Contó, además, que tienen tres boletas vencidas de gas y de luz: “Es muchísimo trabajo y, a veces al estar solas, no sirve. Acá se tiene que sumar el Estado y trabajar, no figurar. Porque tenemos un Estado ausente, es por lo que estamos decidiendo cerrar el comedor”.