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Un escándalo sacude a la localidad petrolera de Las Heras, tras la aparición de graves denuncias que involucran a miembros de la Policía de Santa Cruz en presuntas reuniones sociales masivas conocidas como “afters”. El caso, que incluye acusaciones de conducta indebida por parte de dos efectivos policiales, ha desencadenado una investigación por parte de Gendarmería Nacional, a fin de garantizar la imparcialidad y transparencia en el proceso.

Todo comenzó con un episodio violento registrado en la vía pública, específicamente sobre la calle Gregores, lo que llevó a una denuncia formal presentada ante el Juzgado de Instrucción Penal y Juvenil N.º 1 de Las Heras. La presentación judicial fue realizada por la Defensora Oficial de Los Antiguos, quien expuso una serie de acusaciones que no solo comprometen a los agentes involucrados, sino también a la imagen institucional de la Policía de Santa Cruz.

En el marco de una investigación interna llevada a cabo por la División de Asuntos Internos de la Policía provincial, surgieron testimonios alarmantes. Según las declaraciones recogidas, los efectivos implicados, que prestaban servicio en las comisarías Primera y Segunda de la localidad, habrían suministrado pastillas y otras sustancias en las bebidas que servían durante estas reuniones. Dichos encuentros eran supuestamente frecuentes y congregaban a numerosas personas casi todos los fines de semana.

Ante la gravedad de las acusaciones y la posible complicidad dentro de las filas policiales, la justicia decidió trasladar la investigación a una fuerza federal como Gendarmería Nacional. Esta medida busca evitar cualquier riesgo de encubrimiento o manipulación de pruebas, garantizando así la objetividad en la causa.

En las últimas horas, personal de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) visitó diversos domicilios para notificar a posibles testigos que deberán prestar declaración testimonial la próxima semana. Esta acción refuerza el compromiso de avanzar en una investigación exhaustiva que permita esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes.

Según pudo saber La Opinión Austral, mientras el caso avanza, la Policía de Santa Cruz ha tomado medidas preventivas, disponiendo la suspensión de los agentes involucrados por un período de 30 días. Esta decisión refleja la intención de la fuerza de colaborar con la justicia y preservar la integridad de la institución frente a las denuncias que han generado indignación en la comunidad.

La situación generó un fuerte repudio en Las Heras, donde la población exige que se haga justicia y que no queden cabos sueltos en esta investigación. Este episodio no solo cuestiona el accionar de los agentes involucrados, sino que también pone en tela de juicio los mecanismos internos de control y supervisión dentro de las fuerzas provinciales.

Con el avance de las diligencias judiciales y la participación de Gendarmería Nacional, se espera que en los próximos días surjan nuevas informaciones que permitan esclarecer la magnitud de lo ocurrido y establecer las sanciones correspondientes para los responsables.

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