El pasado viernes, a las 17:30, ocurrió un accidente de trabajo en un garaje de Puerto Deseado. El mismo ocasionó un incendio que pudo ser sofocado, pero que generó algunos daños materiales.
Afortunadamente, no se registraron víctimas. Sin embargo, si el propietario no hubiera reaccionado a tiempo, podría haber ocurrido algo peor.
Ocurrió en la calle Río Gallegos N° 786. Un hombre se encontraba en el interior de su garaje, realizando un trabajo con una garrafa. La misma estaba conectada a una manguera que, por accidente, se desconectó exponiendo el depósito inflamable al fuego.
La garrafa tomó el fuego y, pese a que el hombre la arrojó hacia el exterior, no pudo evitar que se incendiara una mesa de madera cercana y otros elementos. Del mismo modo, el propietario trasladó el automóvil, sacándolo del interior de la propiedad, y así evitó el peligro de un daño mayor.
El fuego fue extinguido por los bomberos, que arribaron al lugar junto a la Policía. El damnificado solicitó la asistencia de la fuerza, debido a que se trataba de un peligro latente y había ocasionado ya algunos daños de consideración.