El Municipio lanzó otro llamado licitatorio para la etapa 2 de la obra en el Teatro Municipal, por 3,7 millones de pesos. Se estima que quedaría desierto y se deba realizar otra contratación directa. Ya en la etapa 1, que contempló un presupuesto de 1,7 millones de pesos, se debió hacerlo para los trabajos de albañilería gruesa.
El Municipio de Río Gallegos lanzó ayer su segundo llamado a licitación pública para la etapa 2 de la obra en el teatro “Héctor Marinero”, que se realiza a través del Fondo Federal Solidario.
En septiembre del año pasado, los dos llamados licitatorios para la etapa 1 quedaron desiertos, por lo que las autoridades debieron proceder a la contratación directa a fines de que el proyecto avanzara con los trabajos de albañilería gruesa y se pudiera alcanzar la fecha estimada de inauguración, que fuera anunciada para abril o mayo de 2019.
El presupuesto oficial de este segundo llamado a licitación, que contempla todo lo que tiene que ver con la iluminación, calefacción, colocado de cielo raso y placas, sanitarios y el piso nuevo, es de $ 3.741.161,08. A partir de mañana los interesados podrán consultar por pliegos en la Dirección de Obras Públicas. El mismo tiene un valor de $ 25.000. En tanto, la recepción de oferentes será hasta el 20 de febrero.
Esta cifra se suma al presupuestado para la primera etapa, que tuvo un costo de $ 1.741.922,10. Por tanto, la refacción y puesta en valor del Teatro Municipal de Río Gallegos alcanzaría el monto de $ 5.483.083 millones.
Se estima que este nuevo llamado licitatorio para la etapa 2 quede desierto, como ocurrió con la etapa 1, y la Comuna deba proceder a otra contratación directa.
En su contacto con La Opinión Austral, el secretario de Obras Públicas, Ing. Paulo Croppi, dijo que esperan que esto no suceda, aunque se sinceró y sostuvo que “entendemos que quizás no resulte seductor para las pymes esta obra”, dado que el monto que ofrece la Municipalidad (presupuesto) “es muy ajustado”.
A mediados del año pasado, el intendente Roberto Giubetich había manifestado que se trataba de una obra que no era prioridad para su gestión. En ese sentido, Croppi admitió que los “acucian muchísimas otras situaciones que son fundamentales para la ciudad”, pero tanto él como el jefe comunal consideran que “el ocio y la recreación” que se propicia en un teatro “es fundamental, parte de la calidad de vida y no hay que desatenderlo”.
Ahora lo que más complica a la Comuna es obtener todos los elementos eléctricos que supone esta segunda etapa, comentó Croppi, al aseverar que son 5 millones “para que el teatro quede funcionando, no quedaría nada en el tintero. Contempla todo”.
Obra del Vaciadero
Asimismo, también habló sobre el convenio firmado con la empresa Consur SRL para culminar con la obra integral de Residuos Sólidos Urbano, que implica la puesta en valor del galpón destinado a la planta de transferencia en el actual vaciadero y la terminación del nuevo predio para la disposición final de los residuos.
“Estamos avanzando a un ritmo sostenido con tareas de trabajo que hemos realizado por administración. Finalmente se firmó el contrato con la empresa que se va a encargar de realizar la puesta en marcha de toda la parte de la fuerza motriz de la planta de transferencia y el cercado perimetral y puesta en valor de las instalaciones que están camino a Puerto Loyola”.
Recordó que si bien la parte más importante que tiene que ver con la puesta en marcha de la planta se llevó a cabo por licitación, también hubo tareas que se llevaron a cabo con mano de obra municipal, como fue por ejemplo “recuperar el galpón existente en su totalidad en el Vaciadero actual”.
En tanto, el funcionario comunal dijo que esto a futuro no cambiará el sistema actual de recolección de manera diaria. “No está previsto”, aseveró, subrayando que lo positivo de todo esto será que la basura no estará más en el ejido urbano de la ciudad, sino que será “recolectada y compactada en Río Gallegos y llevada a un lugar de disposición final en fardos”.
Dijo que el sitio actual del Vaciadero está “impactado” por la cantidad de años y que una vez que se proceda el traslado hacia Loyola, “se practicará una mitigación de todo”.
Asimismo, sostuvo que ese lugar no podrá funcionar como espacio habitacional “debido a la gran carga de basura y zafras de frigoríficos antiquísimas que están enterradas. Vamos a recuperarlo con fines de espacio verde y de reserva de toda la fauna, principalmente aves”.
Croppi dijo que espera obtener una ampliación de los fondos GIRSU (Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos), a fin de “poder completar todo el programa que estamos haciendo”.
En ese sentido, se refirió a la presunta sobre-certificación que investiga la Justicia y por la que procesó al ex intendente Raúl Cantín. “Esa plata Nación ya la tiene identificada, pero no la podemos transformar nosotros en obra”, dijo y comentó: “nos quedó un remanente y con eso estamos tratando de resolver la puesta en valor del galpón para la planta de transferencia, el lugar de disposición final y la licitación con la empresa, para que termine los lugares de potencia y de cercado”.
Aún así, dijo que también deben afrontar el costo de otros elementos para que el proyecto funcione, como un camión con semirremolque y un manipulador telescópico, que ya han obtenido.
Consultado respecto a cómo se podrá hacer frente a todo, para que la obra sea concretada y finalmente el Vaciadero sea trasladado a Punta Loyola, dijo que “se buscará la manera de avanzar de la mejor manera” y dijo que no es “imposible”, aunque la finalización esté supeditada a los fondos que pueda aportar Nación. “Es prioridad, avanzaremos para cumplir con el 100 por ciento de los requerimientos para que el Vaciadero sea óptimo”, cerró.