A las 18:00, las calles de Comandante Luis Piedra Buena se vieron colmadas de vecinos, amigos, alumnos, familias, todos los que tuvieron la oportunidad de conocer a Jesica Minaglia con la intensión de  iniciar una marcha.

 

 

El día es especial, se cumple un año del crimen de la docente que dejó huella en la pequeña localidad.

Daba clases en la Escuelita del Río, era su vocación. Amaba a su pequeño de 3 años, su trabajo y el contacto con los alumnos que le retribuían esa candidez particular que poseía.

 

 

 

Un 15 de abril, su madre encontró el cuerpo, la autopsia reveló que murió como consecuencia de los golpes.

El principal sospechoso es su expareja Pablo Núñez que fue procesado e imputado por “femicidio doblemente agravado por haber sido cometido en perjuicio de la persona con quien ha mantenido una relación de pareja y con alevosía”.

 

Los planteos de su defensa fueron rechazados por la Justicia y hoy sólo se espera que la causa sea elevada a juicio, luego de que el Juzgado de Recursos ratificara la instrucción y, por ende, el procesamiento.

 

 

Se prevé que el juicio sea realizado este año en Río Gallegos. El pedido de la comunidad es uno: Justicia.

 

 

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