Ayer el acusado de violar a su hermana adolescente fue sometido a una pericia psicológica. Continúa detenido. La denunciante, quien ya declaró en Cámara Gesell, fue aceptada como querellante y hubo perito de parte en el procedimiento. En los próximos días se resolvería la situación procesal.

Por Juan Manuel Reyna 

En la continuidad de la causa que investiga el presunto abuso sexual de un hombre de 29 años de edad en detrimento de su propia hermana (17 ayer el acusado fue sometido a una pericia psicológica. El procedimiento estuvo a cargo de especialistas del Poder Judicial y fue ordenado por el Juzgado de Instrucción N° 1 de Río Gallegos.

Fuentes consultadas por La Opinión Austral indicaron que, tras comparecer ante las autoridades y mantener entrevistas y tener test psicológico, fue conducido nuevamente a la Comisaría Cuarta en donde se encuentra alojado desde fines de septiembre.

Asimismo, dado que la denunciante fue aceptada como querellante, sus abogados dispusieron de un perito de parte en la pericia psicológica. La joven declaró la semana pasada en Cámara Gesell y ahora, con esta nueva pericia realizada, se aguarda que en los próximos días se resuelva la situación procesal del imputado.

Es de recordar que, tras ser aprehendido por la División de Investigaciones (DDI) de Río Gallegos el pasado viernes 20 de septiembre, el acusado fue puesto bajo detención en la Comisaría Segunda, pero luego trasladado a la Comisaría Cuarta. 

El día posterior a su detención, prestó declaración indagatoria y luego se le denegó la excarcelación, comenzando así a correr los diez días que posee la Justicia para dictaminar y que conozca su suerte procesal, es decir, si es procesado con prisión preventiva y continúa detenido, o si es dejado en libertad.

El hecho

El acusado de abusar de su propia hermana trabaja en un conocido gimnasio de la ciudad y en los días posteriores a la exposición del caso fue escrachado en las redes sociales por haber acosado sexualmente a varias jóvenes, aprovechándose de su rol como instructor.

Luego de que la víctima denunciara y recibiera un abordaje integral con profesionales para contenerla, pero también para recabar evidencia, la Justicia libró una orden de localización y demora del hombre. En ese sentido, la Comisaría de la Mujer y Familia y el Grupo de Operaciones Especiales (GOE) realizaron un allanamiento en su casa, ubicada en los 400 Departamentos, para dar cumplimiento al requerimiento judicial y demorarlo, pero sin éxito.

Al no poder encontrarlo, las autoridades dieron intervención a sus pares de la DDI para poder localizarlo lo antes posible y ponerlo a disposición del Juzgado que instruye la causa.

Finalmente se terminó dando lo que los investigadores presumían y lo que también marcaban algunos testimonios recabados: el acusado de abuso seguía en la localidad. Tras una serie de diligencias y seguimientos, pudieron aprehenderlo en menos de 24 horas de ser requerido su trabajo en el caso.

Fuentes policiales precisaron que, tras un trabajo de seguimiento en torno a sus vínculos cercanos y amistades, se pudo determinar que se encontraba oculto en un departamento ubicado en Jofré de Loaiza al 100.

Con la pertinente orden judicial, las autoridades procedieron a su aprehensión en el interior de este domicilio, ubicado en la zona céntrica de la capital provincial. El acusado de abuso estaba junto a una amiga, aparentemente propietaria del inmueble, quien sólo fue identificada por las autoridades.

Vale recordar que el presunto abuso que se denunció habría ocurrido en un departamento que estaba a su cuidado, aunque no sería este el domicilio ubicado en Jofré de Loaiza. Se presume que el muchacho se estaba ocultando allí, dado que ya poseía conocimiento de la causa iniciada y de que las autoridades lo estaban buscando.

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