Un vecino de Río Gallegos observó este miércoles que sus perros estaban jugando con un resto óseo en el interior de su finca y se comunicó con la policía. Personal uniformado se dirigió al lugar, la manzana 125 del barrio San Benito, para constatar lo informado.

En el lugar se presentaron efectivos de la División Gabinete Criminalístico que procedió al secuestro del resto óseo. La Opinión Austral pudo saber que el material fue enviado al laboratorio para que pueda determinarse su origen.

El Juzgado de Instrucción N° 2 está a cargo de la investigación.

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