Matías Gensler y Javier Ramírez, dos vecinos de Río Gallegos fueron enjuiciados en horas de la mañana del martes por el delito de “robo doblemente agravado por el uso de arma y por ser poblado y en banda”.

Tal como lo adelantó La Opinión Austral, el hecho se había registrado en la madrugada del 16 de diciembre del 2019, en el interior de un kiosco que funcionaba las 24 horas, en la zona céntrica de nuestra ciudad capital, a unas pocas cuadras de la Comisaría Primera.

Esa madrugada, los dos delincuentes entraron al comercio “Full Time” y, luego de pedir unos cigarrillos, uno de ellos le mostró un cuchillo al empleado y le pidió que se tire al suelo para que no le pase nada malo. En paralelo, se apoderaron del dinero de la caja registradora, de un whisky, de un celular y el Chevrolet Celta del damnificado.

El rodado fue encontrado horas después en la dársena de estacionamiento de la parroquia del barrio Fátima. Apenas a unas pocas cuadras de la casa de los sospechosos en los 400 Departamentos.

Gensler es un joven sin antecedentes, en tanto que Ramírez cuenta con un frondoso prontuario por delitos similares pero con sentencia cumplida, por hechos similares a los que fue enjuiciado en horas de la mañana del martes en la Cámara Oral.

El móvil de LU12 AM680 estuvo presente en el recinto  y mostró la previa del debate. En una transmisión en vivo que se encuentra disponible en www.laopinionaustral.com.ar y el Facebook de La Opinión Austral, se puede ver el ingreso de los acusados y del tribunal que fue encabezado por Joaquín Cabral. Junto a él estuvieron Jorge Yance y Eduardo López.

Tanto Gensler como Ramírez contaron con la asesoría legal de Juan Botik y, si bien no hubo parte querellante, Iván Saldivia y Analía Molina estuvieron como representantes del Ministerio Público Fiscal.

Como los acusados decidieron no dar su versión de los hechos, no se hizo un juicio abreviado. Como dato, el único que dio su testimonio fue el encargado del local que fue asaltado. Él comentó que reconoció a los delincuentes cuando la Policía le mostró fotos de ellos, cuando la instrucción recién comenzaba.

Alrededor de las once y media se dieron a conocer los alegatos de cada una de las partes involucradas. Iván Saldivia pidió la pena de siete años de prisión por ser “agravado por el uso de arma y por ser poblado y en banda“, pese a que sólo uno de los acusados portaba un cuchillo. Todo esto ante la atenta mirada de los acusados. Mientras Gensler se mostraba inmutable, Ramírez se mostró muy nervioso mientras se conocía el pedido de la Fiscalía.

Por su lado Juan Botik realizó un extenso fundamento explicando que, para él, no había pruebas contra sus clientes. Cabe remarcar que, según una cámara de seguridad, fueron tres personas las que asaltaron el kiosco, pero el tercero nunca fue identificado.

Para Botik, esa persona fue autora de un “delito “autónomo“, es decir, aprovechó la oportunidad viendo que otros robaban y se apoderó de cualquier cosa que había a mano, lo tomó y se fue. Asimismo, remarcó que, como el encargado no terminó con lesiones físicas, no hubo violencia, por lo que el caso debió ser caratulado como hurto.

En el mismo sentido, dijo que “la víctima fue influenciada por la Policía“, entendiendo que a Ramírez las fuerzas de seguridad lo buscaban por otros delitos y buscaban encerrarlo como sea. Por ello, pidió la absolución de sus clientes o que sean responsabilizados por “hurto”.

El debate concluyó cerca del mediodía. El juez Joaquín Cabral adelantó que la sentencia se conocerá este jueves.

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