Se trata de un agente de la Policía Provincial que fue encontrado en la madrugada de ayer en un descampado. El joven de 28 años fue trasladado al Centro de Salud Mental y luego fijó domicilio por la causa de presunto abuso sexual a su hijastra de 13 años.

 

En la noche del sábado, la Policía encontró en un descampado a uno de sus efectivos que había sido denunciado por presunto abuso sexual y al parecer tenía intenciones de suicidarse.
De acuerdo a la información recabada por La Opinión Austral, se pudo saber que se trata de un efectivo policial de 28 años que prestaba funciones en la Policía Provincial. Todo comenzó en horas de la tarde del sábado en la Comisaría de la Mujer, cuando la pareja del policía se presentó en la dependencia para denunciar al joven por un presunto abuso sexual a su hija de 13 años.
Ante esta situación, la Policía recepcionó el trámite y se intentó ubicar al joven, que se presumía estaría en la casa que ambos compartían en el populoso barrio San Benito. Según se pudo saber, cuando llegó el móvil policial, el acusado no estaba en la vivienda y se activaron, por primera vez, las claves 16 y 17 por averiguación de paradero.
En paralelo, se pudo saber que el joven, hundido en una depresión luego de conocer la noticia de la denuncia, se trasladó a la casa de su madre, ubicada en el barrio Belgrano de nuestra ciudad y le habría confesado el delito, para luego decirle que se iba a suicidar.
Cerca de las 9 de la noche el joven abandonó la vivienda de su madre para vagar con rumbo incierto. Asimismo, la madre del policía se acercó a la Seccional Cuarta para contarle a la Policía que su hijo intentaría suicidarse y que desconocía dónde se encontraba. Nuevamente se activaron las claves 16 y 17.
Paralelamente, el joven comenzó a realizar publicaciones en la red social Facebook indicando que para él “todo terminó” y “pido perdón a mi familia y a todos, se fue todo a la m? y eso me convierte en lo más m? que hay”. Al conocer esta noticia, el personal de la Seccional Cuarta intensificó los rastrillajes para dar con el joven e intentar impedir que llevara a cabo la drástica decisión de quitarse la vida.
Minutos después de la medianoche, en un patrullaje, el personal del Comando Radioeléctrico encontró al imputado llorando desconsolado en un baldío de la calle Moyano al 200.
Si bien en un principio se pensaba que se encontraba armado, al tratarse de un efectivo policial, se realizó un perímetro hasta la llegada de refuerzos. Minutos después, tras consultar a la Jefatura, se supo que el joven hace 3 años no contaba con el arma reglamentaria por otro suceso.
El efectivo fue palpado preventivamente y llevado, en primera instancia, al Hospital Regional para un chequeo médico, donde se certificó que no hubo lesiones auto infligidas y posteriormente al Centro de Salud Mental, dependencia donde comenzó a ser tratado psiquiátricamente.
Este procedimiento corresponde a un protocolo de acción llevado adelante por la Policía para la atención de los efectivos que se encuentran atravesando situaciones de alto estrés, en este caso pensando en suicidarse.
Respecto a la denuncia en cuestión, se supo que el acusado solamente fue llevado, después del Centro de Salud Mental, a la Seccional Cuarta. En aquella dependencia el joven fijó domicilio y fue entregado a sus padres. Hasta el momento no trascendió si, debido a la exposición del caso, el joven cuenta o no con custodia policial en inmediaciones de su vivienda.

El arma
Mucho se ha hablado del uso de armas reglamentarias en suicidios de efectivos policiales. En este caso no hubo desenlace fatal porque el imputado no cuenta con su arma reglamentaria hace 3 años. Según se pudo saber, fue una decisión de la Jefatura de la Policía la que determinó que el policía no tuviera más un arma, luego de herir a una persona inocente durante un procedimiento que tuvo lugar en el año 2015.

La denuncia
Si bien, por cuestiones de secreto de sumario y para no revictimizar a la víctima, no trascendieron detalles de la exposición por presunto abuso sexual, este medio pudo saber que el hecho habría tenido lugar en el interior de la casa que el acusado compartía con su pareja en el barrio San Benito y la víctima es su hijastra, de 13 años.

 

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