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La tarde soleada en Río Gallegos de este jueves estuvo marcada por un violento episodio de inseguridad que dejó a un comerciante golpeado y en estado de shock. Lo que comenzó como un típico robo “mechero” en un conocido local del centro, derivó en un forcejeo, amenazas y una detención en plena vía pública, a la vista de todos.
De acuerdo a la información preliminar a la que tuvo acceso La Opinión Austral, el hecho, ocurrió en un conocido local de golosinas, emplazado en la avenida Kirchner de la capital de Santa Cruz.
Según pudo saber este diario, un empleado notó que una mujer estaba guardando mercadería entre sus pertenencias de manera disimulada. Decidido a evitar el robo, el trabajador se acercó para pedirle que devolviera los productos. La respuesta fue inmediata y brutal. “Reaccionó de manera violenta, me empujó hasta la puerta“, relató la víctima a los colegas del medio La Calle y Vos, todavía afectado por el suceso.
La situación escaló en segundos. Mientras el comerciante intentaba retener a la mujer, un hombre que la esperaba afuera irrumpió en el local con toda violencia para ayudarla a escapar. Lo que siguió fue una secuencia de pura tensión. “Me sacude, me pega en el cuello”, contó el trabajador. En medio del caos y el miedo, el hombre admitió haber pensado lo peor: “La verdad que no sabía si tenía un cuchillo, un arma o qué. Fue una pesadilla“.
En un acto de coraje, y mientras los delincuentes intentaban huir, el empleado logró arrebatarle una mochila a la mujer, donde encontró “un montón de cosas que se había robado”. El botín era variado, casi un reflejo de la desesperación o el oportunismo: billeteras nuevas, carteras, paquetes de embutido y hasta golosinas.
La clave para que la historia no terminara peor fue la solidaridad de la gente de a pie. Los gritos del comerciante alertando que eran ladrones resonaron en la calle y los vecinos no dudaron en llamar a la policía. La respuesta de los efectivos fue destacada por su rapidez. Mientras llegaban los patrulleros, el trabajador corrió a la ladrona, quien junto a su cómplice no dejaba de proferirle amenazas.
Finalmente, la pareja fue aprehendida por el personal del Comando de Patrullas de la Policía de Santa Cruz en pleno centro. Las imágenes posteriores mostraban a los delincuentes rodeados por los oficiales, mientras se les leían sus derechos conforme al código procesal de la provincia. La mujer, encontrada in fraganti, fue identificada como la autora material del robo, mientras que su compañero fue el responsable de la agresión física más grave.
Este lamentable episodio no parece ser un hecho aislado. Aunque la víctima comentó que últimamente no sufrían tantos robos, sí reconoció que ha aumentado la frecuencia de los hurtos menores, de “cositas chicas” que se llevan sin que nadie se dé cuenta. Incluso, un vecino les había advertido que estas mismas personas habían sido vistas vendiendo productos de dudosa procedencia, lo que sugiere que podrían haber robado en la zona en días anteriores, pasando desapercibidos.
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