La Asociación I Yenu Jono de Río Gallegos, es una entidad que se dedica a enseñar navegación en kayak a quienes sientan curiosidad por aprender. Desde hace años, se instalaron en un sector de la ría con un container que les donaron para que cumpla la función de sede y espacio de guardado para sus elementos.

Inicios

A fuerza de trabajo empeñoso, y un gran sentido de integración, chicos y chicas de la ciudad se acercaron para aprender en un ambiente amigable. José Jaramillo es uno de los principales referentes.

El primer pedido de su parte fue por años, la posibilidad de contar con una canilla de agua corriente para preparar el mate cocido y lavar los kayaks.

El container: emblemático punto de reunión.

Juntaron chapas, maderas y voluntades y poco a poco la sede fue tomando forma. Pasaron muchos años hasta que se ganaron el respeto y reconocimiento de una sociedad que los ve trabajar empeñosamente en el crecimiento y la enseñanza gratuita con una calidez que contagia.

Pusieron todos sus elementos a disposición de quienes quisieran incursionar en la actividad, así fue que pasaron a ser una de las opciones en las Colonias Municipales, chicos de todos los barrios los conocieron.

Nadie queda afuera, no importa la condición. Familias completas se acercaron a dar una mano y llegó el momento de inaugurar el baño. La sede fue punto de encuentro diario para quien quisiera tomar un mate o compartir historias.

El container que fue cobijo esencial pasó a ser un accesorio del que no quieren desprenderse y le van buscando una nueva utilidad.

Clubes en Obra

Este año, a través de la Secretaría de Estado de Deportes de la Provincia, pudieron completar la documentación necesaria para acceder al Plan Nacional Clubes en Obra. Consiste en $ 150.000.-para mano de obra y $ 350.000.-para materiales de construcción.

 

José Jaramillo suma voluntades para continuar con el sueño de una sede cómoda para todos.

 

En declaraciones a La Opinión Austral, José Jaramillo comentó: “Avanzamos bastante, gracias a materiales que veníamos juntando más los que el aporte nos permitió comprar, pudimos cerrar un baño para las chicas, es bueno que ellos y ellas tengan un lugar propio”.

Dijo que actualmente están a la espera de la llegada de ladrillos porque en la ciudad no hay stock. “Los precios subieron muchísimo. No vamos a poder hacer lo que teníamos planeado en un inicio porque todo está muy caro, pero avanzamos en lo más urgente”.

El container sigue siendo un accesorio del que no quieren desprenderse. Ahora está junto al galpon.

Comentó que las manos solidarias son base fundamental para el avance: “La gente nos colabora, los que nos conocen pasan un rato y ayudan”.
“Estuvimos reunidos con el tesorero para ver cómo podemos avanzar. Los precios se escapan. Queremos terminar aunque sea el espacio de uso común y después seguir a medida que se pueda. No vemos la hora de poder retomar con la actividad para que los pibes y las pibas puedan volver al agua”.

Lo concreto

Hasta ahora levantaron la estructura de lo que era la cocina que será más amplia: “Vamos a poder dejar espacio para una oficina y en la parte de arriba un mirador. Este fin de semana estuvimos haciendo la loza. Trataremos de techarlo. El piso será básico porque con lo que tenemos no llegamos. También queda la posibilidad de solicitar nuevamente la colaboración de la gente, como el profesor Gustavo Gómez que nos da una mano. Es mucha la gente que colabora”.

Dijo que pudieron comprar las puertas pero no las ventanas ni los accesorios para los baños,: “Queremos tener un linda sede, cómoda para los chicos y las chicas. Pensé que con el aporte podíamos terminar pero no va a ser posible. Calculo que para diciembre estará lo más importante”.

Otra de las cosas pendientes será la conexión de gas. “El galpón lo concretamos y ahora sí podemos guardar todo porque es el doble de grande del conteiner, se hizo con materiales re utilizados, compramos 3 chapas para el portón corredizo”.

Verde

El trabajo no solo se focalizó en el edificio sino en los alrededores, consiguieron estacas de árboles y las plantaron siempre pensando en el futuro. “Nos pone contentos poder tener esos árboles, ahora volvemos a necesitar una canilla para reglarlos, queremos que crezcan grandes y fuertes”.

 

Muchos árboles alrededor. Ahora necesitan una canilla para regarlos.

La idea es mejorar día a día: “Tal vez no al terminamos como quisiéramos será un puntapié para que los que continúen puedan seguir con nuestro objetivo de enseñar a todos en forma gratuita porque queremos que los chicos de los barrios estén cómodos y tengan la oportunidad de aprender a navegar”.

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