La mayoría de los incendios de este año han sido intencionales, aseguraron desde el propio Vaciadero. No hay maquinaria para realizar una labor eficiente para con las 250 toneladas de basura que entran diariamente. La planta de transferencia no ha tenido avances significativos, mientras que el proyecto de traslado a Punta Loyola sigue siendo una incógnita. La obra, está parada hace dos años.

La Planta de Transferencia de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) no ha tenido avances significativos.

* Por Juan Manuel Reyna

Los constantes incendios en el Vaciadero Municipal del último tiempo han puesto el ojo nuevamente en cómo es el tratamiento que se le da a la basura en Río Gallegos, así como también en qué pasó con la millonaria obra para su traslado a Punta Loyola.
Lo cierto es que hoy, a varios años de que se iniciaran las gestiones para dejar de poseer un basural a cielo abierto, en el marco del programa “Más cerca, Más municipios” del último periodo de presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, la fecha de concreción de esta obra -o por lo menos de retomarla- continúa siendo una incógnita.
El presupuesto rondaba los 60 millones de pesos. Luego de asentarse en su cargo, el intendente Roberto Giubetich anunció auditorías sobre la obra, por certificaciones de trabajos no realizados. Hasta el momento no ha habido más avances sobre el proyecto.
En 2016 la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) certificó irregularidades y que no se había construido la planta de transferencia (la que aún hoy no está concluida entre otras obras inconclusas que se preveían en la primera etapa de la obra. Una de las conclusiones fue que, pese a invertir unos 38 millones de pesos, “no se mejoró en nada el tratamiento de residuos sólidos urbanos”.
Sin dudas el traslado del basural es un trabajo de gran envergadura y de vital importancia para la salubridad de la ciudad, principalmente de los barrios más cercanos al Vaciadero, que sufren cada vez que éste es prendido fuego o se genera algún foco ígneo de manera accidental.
La Opinión Austral dialogó con Mariano Bertinat, secretario de Ambiente de la provincia, con respecto a la peligrosidad que representa inhalar el humo proveniente del Vaciadero.
“La quema de residuos a cielo abierto genera principalmente daños a la salud por la liberación de dioxinas y furanos, que son de los gases más tóxicos que hay en el mundo”, aseveró el funcionario.
Los barrios más afectados son el Madres a la Lucha, Gaucho Rivero, 2 de Abril, Marina, entre otros. “Si no se traslada el Vaciadero de forma urgente, más allá de ser un problema ambiental, es un problema sanitario grave”, apuntó al señalar que aún la cartera que encabeza no recibió el estudio de impacto ambiental de la nueva planta, “lo cual debería hacerse urgente, y de hecho hay un sumario iniciado de la Secretaría al Municipio por la no presentación de ese informe”.
“Desde que empezó la gestión actual estamos esperando, para habilitar se necesita el estudio”, señaló Bertinat con respecto al proyecto que posee a la planta de transferencia como el lugar intermedio que estaría entre el actual Vaciadero y la obra del relleno sanitario nuevo, camino a Punta Loyola.
En tanto, sobre los constantes incendios, dijo que “en la primera parte de la gestión se había regularizado un poco el Vaciadero, pero en el último año se fue degradando la situación, a lo que es hoy, casi una quema permanente” y agregó: “se empezó bien, pero luego empezó a decaer”.
“Nosotros -indicó- hacemos inspecciones cada 15 días de forma rutinaria por orden de la Justicia, hay un amparo ambiental en Río Gallegos y nuestra obligación es ir cada ese lapso a constatar el estado actual del Vaciadero. Venimos haciendo estos trabajos ininterrumpidamente, inspecciones que nosotros usamos para iniciar el sumario contra el Municipio”.

“Hace dos años la obra está parada”
Bertinat dijo que el Municipio debería crear un área ambiental destinada a trabajar este tipo de cosas, ya que hoy la basura depende de la Dirección de Saneamiento y no de un ente de Medio Ambiente. Asimismo, enfatizó que la mayor problemática no pasa por aquellas personas que “van y prenden un fuego” sino por la “falta de manejo y recursos en el basural”.
“No tienen máquinas y tampoco está cercado, el problema no es que la gente queme, sino que la gente tiene acceso. La Municipalidad todavía no ha podido cercarlo para evitar el ingreso de personas y eso es grave”, apuntó.
Por último, sostuvo que más allá de la vigencia del sumario, “lo más importante es gestionar ante Nación el traslado del Vaciadero al nuevo sitio, para dejar de discutir cosas como si hay gente, recursos o no, hay que sacarlo y punto”, ya que “hace dos años que la obra está parada”.

Incendios intencionales
Con respecto a la actualidad del Vaciadero, el jefe del sector Juan Oviedo brindó declaraciones a este medio, indicando que durante este último mes sufrieron mucho la falta de maquinaria y las guardias mínimas, a causa de los paros y retención de tareas. Esto, sin dudas, provoca que no se pueda realizar el trabajo adecuado con los residuos y tampoco se pueda controlar a la gran cantidad de personas que ingresa en el día.
“Muchas veces los fuegos que se producen son intencionales, pero otros no lo son, porque siempre queda algo prendido en la basura y al haber un poco de viento, y no taparse con tierra como corresponde, agarra nuevamente”, explicó, al recordar que “los bomberos no pueden ingresar aquí porque hay hierros, escombros, y una autobomba entraría y pincharía reventando cubierta, y esa tiene que servir para la ciudad si llega a pasar algo. Nosotros muchas veces los incendios provocados se apagan con la gente de Obras Viales de la Municipalidad, ahogando el fuego con tierra”.
“En estos días sin máquinas estuvimos muy afectados. Para nosotros un día sin máquina es fatal, porque la cantidad de basura que entra es impresionante”, aseveró, estimando que por día entran unas 250 toneladas, a lo que se agregan los números de contenedores y particulares.
Remarcando que hay muchas faltas en el área, dijo que en las últimas semanas no se pudo tener la continuidad que tuvieron durante dos años cuando el personal tapaba continuamente la basura y “en casi un año y medio, nunca estuvo el Vaciadero prendido”.
“Para estar bien en el Vaciadero necesitamos por lo menos dos topadoras, que no las tenemos hoy en día, y para ir tapando la basura una cargadora y dos camiones, que tampoco están”, sostuvo al señalar que en estos días de “colapso”, Vialidad Nacional y Provincial prestó algunas máquinas.
“Siempre trato de que mi sector esté en orden, pero hacemos lo que podemos con lo que tenemos”, dijo Oviedo, al comentar que la mayoría de los focos ígneos de este año han sido intencionales por “gente maldadosa” que no se da cuenta de la gravedad de lo que realiza, ya que “ese humo va a la ciudad y quizás contamina a un familiar de esa misma persona que inició el fuego”.
Por último señaló que relativamente se está acomodando el Vaciadero con máquinas prestadas, y que la semana pasada comenzó a trabajarse nuevamente en la planta de transferencia, pero que el avance, hasta ahora, ha sido muy poco. Tal como sucede con la obra del traslado del Vaciadero.

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