Ayer con la caída de las bolsas en el mundo, debido al temor de una recesión generalizada por las tensiones comerciales, el Brent se desplomó hasta los US$ 57,28 para luego recuperar un poco, pero igual cerrar por abajo del lunes. Suma así la tercer jornada en la que cotiza por abajo del valor interno fijado por el congelamiento.

Por Irene
Stur

Ayer la
jornada financiera mundial fue negativa. El temor por una recesión producto de
las tensiones comerciales que no ceden entre Estados Unidos y China y de un
Bréxit no consensuado en el Reino Unido llevó a que las principales bolsas del
mundo cerraran en rojo, siendo que en Argentina, presa de una crisis económica
fenomenal, el desplome fue muchísimo más agudo, superando el 12% de caída.

Esos
temores hicieron que el crudo de Brent, que se toma como referencia para la
Argentina, retrocediera nuevamente y se ubicara en torno a los US$ 57,28 un
2,35% menos que el cierre del lunes. Al cierre de la edición había logrado
recuperar algo, pero se mantenía igual más abajo del cierre anterior de U$S
58,61

La
tendencia a la baja, según algunos analistas podría mantenerse, toda vez que la
OPEP decidió alejarse del acuerdo no explícito de buscar mantener el barril en
torno a los US$ 60.

Así, por
primera vez en diez meses, en agosto decidió aumentar la producción de crudo,
incrementando un promedio de 200 mil barriles diarios para ubicarse en los
29,99 millones de barriles por día (mbd).

Esto
impactaría a la baja, aún más, a un mercado donde el crudo de Brent hoy está un
20% por debajo de los máximos anuales que se registraron en el mes de mayo.

En
paralelo, Estados Unidos tampoco queda rezagado y es hoy el máximo productor de
petróleo, y sin mostrar intenciones de fijar un techo a su producción que
creció en un año, aproximadamente en un 30%, de 9m5 a 12,5 millones mbd.

Por otra
parte, el fortalecimiento del dólar en medio de la tensión comercial de este
país con China, también imprimió presión a la baja, sobre el precio del crudo.
Las materias primas a nivel internacional están dolarizadas, y la apreciación
de la divisa en el mundo encarece el precio relativo para el consumo en los
distintos países generando, sobre todo en los emergentes, una menor demanda de
crudo a nivel internacional.

Si bien
se supone que mañana se deberían tomar las negociaciones bilaterales entre las
principales potencias del mundo, lo cierto es que la Administración de Donald
Trump se despachó con una nueva imposición de aranceles a productos chinos y
los asiáticos dieron a conocer un listado de nuevas tasas a importaciones
norteamericanas, haciendo ceder parte del optimismo que había ganado el mercado
la semana pasada.

Paradoja

El
judicializado DNU 566/2019 fijó el precio del crudo para la venta en el mercado
interno a US$ 59 el barril. Este valor fue ratificado este lunes por otro DNU,
el 601/2019 que modifica los alcances del primero pero mantiene el precio del
crudo en dólares.

Desde el
viernes, a nivel internacional, el precio del crudo está por debajo del precio
interno. El lunes cerró a US$ 58,61 y ayer orillaba los US$ 58,30, lo que, en
cierta forma, mejora la situación de las productoras, morigerando la pérdida
por el congelamiento cambiario. Y en paralelo, también recorta la pérdida de
las provincias, ya que las regalías también se liquidan en función del valor
congelado, hoy más alto que el internacional.

Si bien,
por ahora, esto es circunstancial, esta semana sería clave para saber si el
crudo de referencia volverá a estar promediando los US$ 60 o si, por el
contrario, la baja se profundizará. Un primer escollo a sortear es el informe
de inventario que Estados Unidos dará a conocer hoy y el siguiente los
resultados, si se concreta, del encuentro bilateral de mañana entre ese país y
China.

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