Desde principios de agosto, en el mercado de Futuros de Londres, el crudo del Mar del Norte (tipo Brent) comenzó a cotizar, de manera oscilante, por encima de los USD 45.  Esto encendió el radar de las refinadoras argentinas, atentas al artículo 7°, del DNU 488/2020. La misma estableció que si el precio del crudo europeo se comercializaba por encima del precio fijado para el barril criollo, durante diez días consecutivos, de acuerdo al promedio de los últimos cinco, el decreto nacional perdía vigencia.

De esta forma, desde el 17 de agosto, (salvo por dos jornadas), el precio se mantuvo siempre por encima de dicho valor, por lo que el 28 de agosto, las refinadoras dieron por sepultado el decreto que, en mayo, llegó como salvataje ante el desplome mundial del mercado petrolero.  Para las refinadoras, hoy rige el precio del Brent como valor de referencia en la Argentina y sus correspondientes penalidades, de acuerdo al tipo de crudo y también el libre juego de la oferta y demanda.

En su edición del 2 de setiembre, La Opinión Zona Norte confirmaba la caída del DNU 488/2020

En ese momento, las provincias productoras admitieron la pérdida de vigencia del valor interno del petróleo y se pensó que la presión alcista se mantendría. Admitieron que el DNU no contenía cláusula de reenganche, pero se mostraron seguros que, de haber algún nuevo derrumbe, siempre se podría reeditar la figura del precio nacional.

La expectativa alcista duró poco y desde hace tres jornadas consecutivas, el crudo del Brent cotiza de manera descendentes en el mercado de Futuros. En este momento se encuentra en torno a los USD 42,38 para las transacciones de noviembre, lo que implica un retroceso de casi el 8% en 72 horas.

La volatilidad del petróleo sigue siendo alta. Y lo que ocurrió esta semana, da cuenta de ello. El Brent terminó en su nivel más bajo desde finales de julio, al igual que el WTI.

Parte de las causas se debe a un fortalecimiento, momentáneo aparentemente, del valor del dólar, medido frente a una canasta de monedas, al tiempo que, para los analistas, la caída de los petroprecios, tienen que ver con una corrección a la baja de Wall Strett.

También existió un fuerte rumor que daba cuenta de que Irak pretendía salirse del acuerdo con la OPEP+ que la obliga a realizar recortes en su producción, para mantener una oferta razonable ante la demanda existente.

El temor de una sobre oferta de crudo presionó a la baja los valores. Pero este jueves el gobierno irakí desmintió la versión y eso evitó que la caída fuera mayor.

 

Es que la principal causa del descenso se relaciona en forma directa con la perspectiva de demanda. La finalización del período de vacaciones en Europa en coincidencia con el rebrote del Covid en distintos países, derrumbó las expectativas positivas.

 

¿Un nuevo decreto?

Algunas provincias plantean la posibilidad de trabajar en una nueva versión del precio sostén del petróleo. Y  para ello esperan analizar con el nuevo secretario de Energía, Darío Martínez, el establecimiento de una “banda” que marque un piso y un techo al crudo argentino.  De esta forma, a medida que la cotización internacional suba, el precio interno lo seguirá y lo mismo si, como ahora, se produce un descenso.

Algunos plantean que el “nuevo” barril criollo flote entre los USD 41 y los USD 46 dólares para el mercado local, pensando en el precio final que recibirían las empresas productoras que exportan petróleo, descontados los descuentos correspondientes por impuestos y calidad.

Fuentes del área de Energía de Santa Cruz negaron, sin embargo, de que se esté trabajando en ese sentido. “Hay que estar atentos y ver cómo evoluciona” indicaron, ratificando la volatilidad que aún persiste en el mercado.

 

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