Así lo afirmó el secretario de Medio Ambiente de la provincia, Mariano Bertinat, al plantear una solución “a largo plazo” ante la actual ubicación de los frigoríficos en Río Gallegos. Mientras, para mitigar “las molestias en barrios lindantes”, se propuso realizar un estudio que determine el origen de los olores que se desprenden del procesamiento de vísceras de animales faenados y así “tomar intervención”.

“Las cuatro plantas que hay en Río Gallegos tienen un volumen mensual de residuos de las vísceras de las faenas de ovinos, más que nada. Antes de 2007 estos residuos iban al vaciadero local. Luego de ese año se instaló una planta de procesamiento de esas vísceras en una de las empresas que está ubicada sobre la costanera. Esto tenía una ventaja grande, que era transformar un residuo que antes iba al basural en un producto nuevo. Ambientalmente siempre eso es muy bueno porque dejás de tirar algo en el ambiente para transformarlo en un nuevo producto: en este caso, harina de hueso y cebo de grasa. La medida fue muy buena, pero el problema es que la planta desprende un olor bastante desagradable”, explicó detalladamente al programa “En el Tintero”, que se emite por Radio LU12 AM 680, el secretario de Medio Ambiente de la provincia, Mariano Bertinat.

En ese marco fue, entonces, que el miércoles se convino entre el Ministerio de Producción, la Secretaría de Medio Ambiente, el Ministerio de Economía y la Casa de Santa Cruz, promover un proyecto que sea elevado al Consejo Federal de Inversiones para solicitar su acompañamiento en términos técnicos y financieros.

La iniciativa, denominada “Evaluación, Diagnóstico y Propuestas de Gestión Ambiental para minimizar el impacto de olores en Planta Frigorífico de Río Gallegos”, busca implementar herramientas que den solución a la problemática ambiental de los residuos, efluentes y olores frigoríficos denunciados por la comunidad de Río Gallegos.

La propuesta comprende “un estudio de calidad de aires focalizado en olores en el entorno inmediato”, para que luego integre un “análisis global de la cadena de producción e insumos utilizados por el frigorífico, permitiendo elaborar un diagnóstico, concretar conclusiones y propuestas viables para dar inicio a un plan de trabajo sustentable y benéfico para todos los actores involucrados”. “El trabajo no puede llevar más de tres o cuatro meses de investigación y, a partir de ahí, lo que haremos es tener una buena herramienta para tomar decisiones”, sostuvo Bertinat.

“Hay que determinar qué pasa con esta planta y cómo podemos hacer para disminuir los olores o evitarlos en la costanera. Ese es el primer paso. Si este trabajo arroja determinadas líneas de acción, abordaremos una segunda etapa con la inversión del privado, que es quien opera la planta”, agregó.

El titular de Medio Ambiente provincial propone el traslado de frigoríficos fuera del ejido urbano y cree que la zona de Punta Loyola sería la mejor ubicación.

En medio de la ciudad

“La ubicación de los frigoríficos es parte de los paradigmas de las viejas industrias en el mundo”, argumentó el funcionario y señaló que “la realidad es que la ciudad creció y los ha rodeado. Mi visión es que esos frigoríficos tarde o temprano tienen que desplazarse a otro lugar. Punta Loyola es el lugar ideal para todas las industrias que haya en la región sur porque hay un puerto, porque hay una potencial destilería, una planta de tanques, el muelle de YCRT”, sostuvo.

Sin embargo, remarcó que “eso implica una serie de inversiones realmente grandes y hasta que esos proyectos de desarrollo que son a largo plazo se puedan implementar, tenemos que trabajar en el corto plazo para tratar de disminuir las molestias en los barrios lindantes. Son dos etapas diferentes: en corto plazo eliminar el problema actual y a largo plazo, pensar en sacarlas de ahí”, reiteró.

Vaciadero

Por otra parte, aseguró que el proyecto para el traslado del vaciadero de Río Gallegos “está congelado”. “Hemos iniciado las sanciones contra el municipio por no acelerar este proceso, pero no hemos tenido respuestas”, contó y recordó que ese espacio “actualmente se encuentra colapsado y no puede recibir más residuos y la planta del nuevo vaciadero, que está en Punta Loyola, está parada. La situación es crítica y debería solucionarse cuanto antes”, advirtió.

“Cada vez que se generan incendios en el vaciadero, se generan las actas y las incorporamos contra el municipio, pero falta una etapa de gestión y decisión política para acercar decisiones para allanar lo que se haya hecho mal de los procesos anteriores, pero sin dejar de avanzar en el traslado definitivo”, enfatizó.

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