Santa Cruz tiene varias celebraciones de carácter nacional, y que dan fisonomía al rostro de una provincia de brazos abiertos, atravesada por corrientes migratorias que fueron dejando su impronta.
En la provincia de Santa Cruz se celebra una gran cantidad de fiestas nacionales y provinciales que, forjadas en su historia, costumbres y tradiciones, muestran parte de la cultura del pueblo. La cultura santacruceña se consolidó con influencias de inmigrantes y se enriqueció en el intercambio.
La idea de las fiestas populares no está ceñida solamente a una gestión municipal, aunque sí es cierto que nos ayudan a construir una mirada sobre una administración. Las fiestas populares son, en esencia, la reivindicación del ocio, de la posibilidad del disfrute en términos de equidad social.
En el Medioevo eran hombres y mujeres que organizaban su calendario anual alrededor de una fecha en donde la centralidad estaba en la danza con la creencia de que favorecían los ciclos agrarios. Mucho antes que eso, en nuestra región, los Tehuelches se divertían celebrando camarucos.
Por estos días, la provincia se prepara para la Fiesta Nacional del Lago Argentino, la más grande de las celebraciones que se dan desde hace siete años, con la participación de miles de deportistas en distintas disciplinas, pero también la contratación de shows nacionales e internacionales.
Hace algunas semanas, el intendente de El Calafate, Javier Belloni, confirmó la grilla de artistas, que cierra con Enrique Iglesias.
Hace poco terminó la Fiesta Nacional de la Cereza que está vigente en Los Antiguos desde el año 1991, que se hace para celebrar el fin de la cosecha de la fruta fina, que por primera vez este año viajó para China.
Hace poco también empezó la Fiesta del Róbalo en Puerto Santa Cruz, una localidad chiquita de la zona centro que pone la mirada en su mar, invitando a pescadores de toda la región, que tal vez hayan oído escuchar de la Fiesta Nacional de la trucha Steelhead, que se hace en Comandante Luis Piedra Buena.
Pero también existe la Fiesta Nacional del Trekking, que se hace en el mes de marzo desde hace años en El Chaltén, para conmemorar el primer intento argentino por conquistar el monte Fitz Roy.
El 4 de diciembre, en Río Turbio, está la Fiesta Nacional del Carbón, otra fiesta popular en honor a Santa Bárbara, patrona de los mineros, y que convoca con espectáculos de los que participa toda la Cuenca.
Está además la Fiesta Nacional de Cueva de las Manos, en Perito Moreno, la capital arqueológica de la provincia. Y también cerca, la Fiesta del Penacho Amarillo en Puerto Deseado.
En todos los casos, una fiesta popular es síntoma de buena salud de una sociedad, sobre todo cuando vivimos en un territorio tan alejado de los centros urbanos y el acceso a los espacios para socializar solo es permeable para quienes pueden pagarlo.
Dar espacio a nuestros artesanos, nuestros cantores, a nuestros talentos, darle lugar al homenaje de quienes dejaron algo como vecinos y vecinas, son decisiones políticas trascendentales para la vida de las comunidades, que apuestan a sostener fechas para seguir encontrándonos como santacruceños, habitantes de una provincia joven, que tenemos mucho futuro por qué celebrar.