“Estoy feliz y cansado, pero quería que el esfuerzo valga la pena. Si todo fuera fácil la vida esto no tendría sentido. A mi nada me resultó fácil porque nací así, pero tampoco nada es imposible. Ni así, ni en peores condiciones. Siempre quise hacer esto”,  expresó Fausto (43) a La Opinión Austral tras concretar la hazaña.

 

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“Quería traer las intenciones de la gente porque yo no tengo nada que pedir porque me dio todo”, explicó tras aclarar que es la cuarta vez que peregrina en soledad hasta la imagen de la virgen, pero la primera que sube gateando por las escalinatas.

Notablemente emocionado, ante la atenta mirada de sus seres queridos, Fausto ofreció una demostración de que todo es posible en en esta vida. “Tengo mi familia hermosa, mi madre, mis hermanos ¿Qué más puedo pedir? Si tuviera que nacer así otra vez y tener la familia que tengo volvería a nacer igual. Si la vida me da garantía de que los tengo a todos ustedes, no me importa esto”

FOTO: MARIO CADIZ

“Quiero demostrar que por más que mucho se suban parados también se puede subir gateando y que el que no lo hace es porque no quiere o porque no cree que puede. Y todo se puede, tengas la discapacidad que sea, todo se puede. Yo nací así y veo la vida de otra manera y la disfruto mucho más que otros que caminan a quienes me gustaría decirles ‘¿Cómo pierden el tiempo en no ser felices pudiendo caminar y hacer muchas cosas más que yo? Permítanse soñar, no tengan miedo, la vida te premia cuando te esforzás”.

“Yo ya nací premiado con la familia que tengo. Nacer así fue un desafío para demostrarle a mucha gente que se puede vivir feliz en una silla de ruedas porque una sonrisa no depende de si caminás o no”.

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