La semana pasada, La Opinión Austral dio a conocer el escándalo que afronta la Municipalidad de Las Heras, luego de que se descubriera que la coordinadora del Abasto había hecho desaparecer una suma cercana a un millón de pesos.
Pese a que se hizo cargo del faltante, la administración de José María Carambia tomó fuertes represalias contra todo el sector, menos los responsables políticos.
El 28 de diciembre se conoció que la coordinadora del Abasto Municipal había hecho desaparecer casi un millón de pesos, provenientes de la recaudación por el cobro de los cánones que pagan los proveedores que ingresan a la localidad.

La responsable de la maniobra sólo se hizo cargo del robo de $ 60.000, sin embargo, vía carta documento las autoridades le reclaman $ 972.000. Se trata de una funcionaria de nombre Margot, que había sido designada durante la gestión de Carambia y que ya fue desvinculada del Municipio.
Chivos expiatorios
Sin embargo, las autoridades iniciaron un sumario en contra de todo el personal del área y originalmente despidieron a seis personas, a las que luego de varios reclamos reincorporaron, pero con una salvedad: hubo cambio de sector para todos.
Ayer, las inspectoras del sector dialogaron con el programa “En el Tintero” de Radio LU12 AM680, para denunciar que la secretaria de Comercio y Bromatología, Valeria Barros, salió airosa del escándalo, cuando en realidad “ella es la responsable de no haber controlado que desde septiembre no le rendían el dinero”.
Las mujeres contaron que en total son ocho personas “que estábamos en el sector de garitas, y ahora quedamos afectados a un sumario y nos sacaron de nuestros sectores. Queremos que limpien nuestros nombres”, reclamaron.
Amalia Llaguil es empleada municipal hace una década y es una de las que fue sacada de su puesto luego del robo de su coordinadora. “Hace seis años que estoy en la garita y nunca tuve un problema como este. Nos echan la culpa a nosotros, se la agarraron con los más pichiruchis y a los que habían echado les devolvieron su trabajo, pero los mandaron a pegar adoquines”, se quejó.
Por su parte, Carolina Grilli, otra de las inspectoras, adelantó que con el apoyo del gremio “vamos a seguir reclamando”, porque “nuestra función era cobrar un canon mensual correspondiente a cada proveedor, esa plata le dábamos a la coordinadora que tenía que rendirla a la Municipalidad. Una semana puede ser que se te escape controlar, pero nos dicen que la plata no se rinde desde septiembre, entonces ¿quién es la responsable de no controlar eso”, dijo, señalando a la titular del área de Comercio.