Los trabajadores del hospital de alta complejidad de la red SAMIC de El Calafate anunciaron ayer un nuevo paro de dos días, en reclamo a la falta de pago de sueldos. La decisión fue tomada luego de que la Intervención pusiera Policía Federal para resguardar oficinas y el interventor se fuera nuevamente a Buenos Aires.
Ayer, el portal online de La Opinión Austral dio a conocer dos videos que fueron registrados en el momento en que los trabajadores iniciaban una protesta en la antesala del despacho del interventor del Hospital SAMIC de El Calafate. En uno de ellos, se puede ver cuando le preguntan a una de las directoras dónde estaba el interventor y qué novedades de pago de sueldo había, a lo que la mujer responde que Gastón Ortiz Maldonado había viajado a golpear puertas ante el Gobierno Nacional.
“La guita no está, no tengo nada para decir”, aun cuando su cargo sea el de directora ejecutiva.
Los ánimos caldeados por varios días esperando certezas por parte de la Intervención de Cambiemos desmejoraron ayer, cuando también el hospital decidió poner consigna de la Policía Federal en la administración, con el argumento de que habían recibido ‘amenazas’.


Desde hace meses los trabajadores de ese hospital reclaman la salida de Ortiz Maldonado, a quien cursaron varias cartas documento para que cumpla con los aportes patronales que retiene, pero no transfiere a la Caja de Previsión Social santacruceña.
Para ellos, después de la estrepitosa caída de Cambiemos, debería precipitarse una decisión sobre la administración del nosocomio.
Según le dijo Mario Sánchez a La Opinión Austral, “sin duda se debiera rápidamente cambiar de interlocutor con Nación, Heriberto (segundo nombre de Ortiz Maldonado) es un inútil y nos resta”.
Por eso piden “convocar a un comité de crisis con profesionales que saben lo que tienen que hacer, además de convocar a la Provincia y el Municipio para restablecer el Consejo de Administración”.
Vale recordar que las cirugías programadas están suspendidas desde hace más de un mes como consecuencia de la rotura del equipo esterilizador y la falta de insumos, lo que engrosa una lista de pacientes en espera, entre otros aspectos con los que el nosocomio modelo va perdiendo su nivel de atención.