La pandemia de coronavirus ha cambiado muchas cosas de la vida cotidiana familiar, laboral y social de los ciudadanos del mundo entero. Uno de los fenómenos más interesantes es el de las “reuniones virtuales” que proliferan en distintas plataformas. Una opción que permite contactar distintos puntos en la geografía mundial de manera simultánea y sin demasiada infraestructura (Internet y un dispositivo).

Quizás esta herramienta se pueda seguir utilizando incluso post cuarentena, más desde Patagonia, donde todo queda muy alejado, y una videoconferencia permite ahorrar costos y tiempo, además de ser una ventana al mundo.

En este contexto, se realizó el Día del Carnero MPM (Merino Multipropósito) pero esta, su decimocuarta edición, es la primera vez que se realiza de manera virtual. “Estamos muy contentos por esta iniciativa, diferente este año obligados por la pandemia, pero que nos permite llegar desde la Patagonia argentina a todo el mundo para mostrar lo que hacemos con las diferentes cabañas y establecimientos”, relató el coordinador de la charla, Pablo Sturzenbaum, productor y cabañero.

 

Pablo Sturzenbaum contó cómo se está trabajando con las DEPS.

Genética

La raza MPM (un diseño genético, un biotipo que permite producir lana de calidad, pero también buena carne) está bajo el paraguas de la red Ovis 21, y todo lo que tiene que ver con manejos de pastizales sustentable, respetuosos del ambiente. Es una iniciativa de Pablo Borrelli y Ricardo Fenton, dos productores ovinos de la provincia, que desde 2003 se propusieron aumentar la sustentabilidad económica, ecológica, social y humana de la cadena ovina.

Este sistema tiene sus bases en Australia con Allan Savory y el Savory Institute y el Manejo Holístico. La red Ovis 21, que incluye cabañas, productores, profesionales especializados e industrias relacionadas, en Argentina (15 cabañas), Chile y Uruguay (unas 8 más). Cuentan, además con una Escuela de Regeneración en donde se enseñan las claves de la técnica.

Logros comprobados

Entrando ya en la temporada 17, para Borrelli, el sistema “está comprobado que funciona, es sustentable y rentable, ya no es una prueba”, aseguró ante los algo más de 100 internautas que seguían en vivo la transmisión (luego el video quedó disponible en la red).

Borrelli mostró lo que han logrado en las cabañas santacruceñas, separando el potencial en zonas secas y en zonas más húmedas. “En zonas más secas hemos logrado señaladas de 70-90% y en zonas más húmedas de 90 a 120%, hoy no es raro en un MPM pasar el 100% de señalada, con un peso promedio del cordero a los 90 días de entre 9 y 11 kilos de carcaza en zonas secas y de 11 a 14 kilos en zonas más húmedas”, relató.

Los datos se completan con una producción de lanas de 18-19 micras en adultos en zonas secas y 19-20,5 en zonas húmedas. Y un peso de vellón limpio es de 2,3 a 2,8 kilos en el primer caso y de 2,8 a 3,4 kilos en las zonas húmedas.

A su turno, Sturzenbaum contó cómo se está trabajando con las Diferencias Esperadas de Progenie (DEPs) para ajustar lo que, desde el punto de vista genético, necesita cada productor. Las DEPs son datos genéticos, tablas de datos de millones de animales, como una especie de árbol genealógico genético, que permite mirar la historia de un carnero o una madre, y anticipar qué característica aportará ese animal a su descendencia.

Sheep Genetics es la base de datos genéticos australiana que es la más grande del mundo en ovinos con más de 6 millones de datos procesados, sirve para conocer el potencial genético de un animal y, en caso de incluir su genética en una majada, ir corrigiendo algunas variables”, contó Sturzenbaum.

Ricardo Fenton, en tanto, explicó el potencial de la genética MPM. “Se ha invertido en genética en estos últimos diez años, se han colocado más de 1.600 embriones, se hicieron laparoscopías con semen congelado por más de 27.000 e inseminaciones más de 600.000, todo, siempre, con apoyo de Australia”, enumeró.
Santa Cruz ha sido una provincia con una altísima tasa de adopción de esta genética no sólo por su calidad de lana y la carne, también por su fertilidad.

RENTABILIDAD: LOGRAR UNA OVEJA QUE FACTURE LO MÁS POSIBLE

“El concepto central del MPM fue lograr una oveja que facture lo máximo posible, porque los costos fijos son los mismos para criar una oveja que factura 50 dólares o una que factura 100 dólares, y cuesta lo mismo esquilar una oveja que produce 30 dólares en lana que una que produce 12”, resumió Borrelli.

Usando promedios de los establecimientos de Río Gallegos, con números hechos para la zafra 2017/18, una majada cruza fina facturaba 67 dólares por cabeza, y si se toman los datos de la mejor majada cruza con 100 de señalada, 13 kilos de carcaza y buen peso del vellón la facturación por cabeza sería de 95 dólares. Ahora bien, el promedio de las seis cabañas MPM de Santa Cruz da 110 dólares por cabeza, esto es un 65% más que el promedio de las cruzas, y el mejor MPM da 132 dólares/oveja, o sea, un 97% más que la cruza.

“Para nosotros y para todos los productores, los clientes que nos compran usan nuestra genética, esto es un negocio”, admitió Borrelli. Y agregó: “No nos enamoramos de la herramienta porque sí, nos gusta ver ganaderos y familias de productores que están contentos con su producto y logrando mejores resultados. Somos empresas ganaderas y dependemos que al campo le vaya bien”.

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