No es un problema nuevo y hasta el momento el Estado, en todas sus esferas, no puede eliminar de raíz los inconvenientes que presentan los barrios periféricos de la ciudad. Tanto desde provincia como desde el municipio, sólo aparecen “parches” que no atienden la cuestión de fondo. La municipalización como posible solución.

* Por Martín Muñoz Quesada

La atención a requerimientos, tanto de Bomberos, como Policía o Protección Civil, se ve condicionada de un tiempo a esta parte en los barrios periféricos de nuestra ciudad capital. Si bien existen muchas falencias, el abandono por parte del Estado afecta intrínsecamente a la atención de vecinos.

El estado de las calles de los barrios más populosos y vulnerables de nuestra ciudad es el ejemplo máximo del abandono del Estado afectando a la comunidad.

Cada vez que las inclemencias climáticas asedian a los barrios más alejados del casco urbano, los vecinos terminan con el barro hasta el cuello. Este contexto no sólo afecta a la transitabilidad de las calles para la población sino también a Bomberos y al personal de la Seccional Séptima, con asiento en la jurisdicción.

La Opinión Austral pudo saber que son más de 30 mil vecinos los distribuidos en los barrios Santa Cruz, Bicentenario I y 2, 22 de Septiembre y San Benito. Esta población cuenta solamente con dos camionetas de la Policía. Estas, si funcionaran siempre, también serían pocas para atender los requerimientos.

Estado de las unidades

Tal como lo informó este medio durante el mes de noviembre del año pasado y los primeros días de junio del 2018, la Seccional Séptima no contó con las dos camionetas por desperfectos mecánicos.

Las unidades, camionetas Ford Ranger, una del 2008 y la restante del 2014, sufren al igual que los vehículos particulares la irregularidad de las calles asediadas por las inclemencias climáticas e impiden que los agentes puedan llegar con celeridad a los lugares donde hubo robos, casos de violencia de género, etcétera.

Incluso, hace unos días, una ambulancia del Hospital Regional terminó empantanada en el ingreso de la calle 38 del San Benito en momentos en los que una desesperada familia los esperaba para que atiendan a su hijo de 8 meses que tenía dificultades para respirar. En esa oportunidad, una autobomba de la Unidad 24 de Bomberos debió asistir a la unidad del centro asistencial, mientras que el bebé debió ser trasladado en un auto particular.

En su momento, luego de que tomara estado público el grave hecho de que la Séptima no tuviera móviles, el secretario de Seguridad Provincial, Lisandro de la Torre, contó a este medio que “es complicada la situación y que la licitación de nuevas camionetas está sujeta a la situación económica”.

No obstante, el funcionario provincial entendió la situación, en lo que hace a la materia de seguridad en los barrios periféricos, a la falta de señalización de las calles y la ausencia de iluminación en los mismos, tareas que corresponderían a la comuna.

De igual manera, ya durante este año, la Junta Vecinal del San Benito, presidida por el ingeniero Javier Santo, rubricó un convenio con el Ejército Argentino y con la Municipalidad de Río Gallegos. El mismo correspondía a una batería de máquinas motoniveladoras que tenían como finalidad mejorar el estado de las calles realizando un perfilado. En un principio, la tarea ayudó a paliar un poco la situación, pero algunos vecinos del barrio taparon las cunetas y las inundaciones no cesaron.

Los autos particulares terminan empantanados en las calles.

Pavimentación

En paralelo, hace unos días, funcionarios provinciales realizaron el acto por la apertura de uno de los accesos al barrio San Benito, pero el de la avenida Asturias.

En esa oportunidad, el titular del IDUV, Pablo Grasso, destacó la posibilidad de dinamizar el tránsito y contribuir a la merma de accidentes implementando alumbrado público y las señales que también se están realizando sobre la ruta y los accesos.

Lamentablemente, una semana después de la inauguración que se había realizado con bombos y platillos, los vecinos se encontraron con el levantamiento de la cinta asfáltica en algunas de las zonas.

El hecho debió ser aclarado por el IDUV, y fue el inspector del organismo, Daniel Báez, quien dijo que, más allá de que la obra había sido inaugurada, “todavía está en ejecución”.

Respecto del levantamiento del asfalto, Báez fundamentó que “hubo sedimento de las bases en algunos sectores que nos trajo la consecuencia de levantar la superficie de carpeta asfáltica públicamente visible”. En este marco, “la intención del IDUV es que las cosas se terminen bien, porque la obra está en garantía”, manifestó.

El San Benito cuenta con dos ingresos, ya nombramos lo que pasa en el acceso por Asturias. La segunda entrada del barrio es por San Martín y da con la calle 38.

En este caso se han registrado despistes de vehículos, por las piedras sueltas del suelo y la falta de iluminación, incluso el suceso de la ambulancia empantanada se dio en este acceso.

Tanto los vecinos como la Policía se encuentran realizando pedidos para la pavimentación del ingreso, pero este medio pudo saber que, hasta el momento, en IDUV no se ha realizado licitación ni proyectos para la solicitud.

En los últimos días, la Junta Vecinal del San Benito se reunió con Caminiti.

La municipalización

Hace un tiempo los barrios periféricos de nuestra ciudad buscan independizarse y establecerse como una nueva localidad.

Para Javier Santo, presidente de la Junta Vecinal del San Benito, la solución a la problemática de las emergencias sanitarias y viales de los barrios alejados del casco urbano es la municipalización.

El dirigente contó a este medio que, de aprobarse el proyecto, “con un año de coparticipación, sin tocar la plata de los impuestos de los vecinos, se podría rápidamente controlar la situación”.

“Nosotros no necesitamos una ambulancia, necesitamos un hospital” dijo Santo sobre la posibilidad de la entrega de una unidad para el traslado de personas y atención de los vecinos.

Teniendo en cuenta que ya se encuentra en vigencia la Emergencia Sanitaria, el dirigente vecinal adelantó que espera reunirse con Jorge Caminiti, a cargo de Obras Públicas de la Municipalidad, para atender lo que él entiende como emergencia vial.

“Vialmente la zona es un desastre”, dijo Santo, “cada hora se empantanan los autos, imagínate si pasa con una autobomba, podría ser una tragedia, es una desidia”.

Hoy las calles se siguen inundando, los vecinos siguen con el barro hasta el cuello, con los autos atrapados, y los funcionarios continúan pasándose la pelota. En palabras de Javier Santo: “decidir no hacer nada, también es una decisión política”.

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