Avanza enero y el transporte de pasajeros sigue siendo una incógnita para Río Gallegos y Caleta Olivia. En esta ciudad, el lunes habrá una movilización para presenciar el segundo llamado a licitación. En tanto, sin definiciones del Gobierno Nacional sobre el fondo compensador, especialistas advierten que todo conduce a que los municipios y el Gobierno Nacional deberán sentarse a dialogar para encontrar una salida. Por ahora sólo hay incertidumbre.
* Por Gustavo Argañaraz
Este lunes a las 14 horas está prevista la apertura de sobres en lo que será el segundo llamado a licitación del transporte urbano de pasajeros de la ciudad de Río Gallegos. La primera fue el pasado 20 de diciembre y quedó desierta, a pesar de que se había dado cuenta de que dos empresas mostraban interés en desembarcar en Río Gallegos.
En esa jornada, además, habrá una movilización de usuarios provenientes de diferentes barrios de la ciudad capital que demandan una solución definitiva a la prestación.
Así, es la primera vez que los usuarios toman iniciativas concretas para hacer escuchar su voz y con ello ejercer presión para diseñar una prestación que vaya en beneficio de los pasajeros. Entre las principales demandas, buscan retrotraer el precio del boleto a 15 pesos (actualmente está en 19,50 pesos), mientras que las nuevas condiciones exigen al municipio tener que incrementar el costo. Este medio ya informó oportunamente que el precio del boleto se va a disparar entre los 25 y 27 pesos.
El anuncio del incremento del boleto no sólo generó rechazo entre los usuarios, sino también entre los concejales de la oposición, pues el Bloque del Frente para la Victoria (FPV) en todo momento se opuso a esa iniciativa y acusó al intendente Giubetich de no cumplir con las ordenanzas vigentes en lo que concierne al debate del costo del boleto.
Es que sin ser un servicio esencial, el transporte es una prestación vital para aquellos sectores que se encuentran alejados de la ciudad. Pues es necesario indicar que producto de la actualidad ha surgido otro inconveniente que el municipio no ha podido controlar y tiene que ver con que vehículos particulares sin ningún tipo de autorización se aventuran a transportar a quienes paguen 150 pesos por viaje desde el San Benito al centro de la ciudad.
En este escenario, en noviembre del año pasado, desde la Unión Tranviario Automotor (UTA) seccional Santa Cruz pronosticaron que este sería un año de serias dificultadores. Pues Rubén Aguilera, máximo referente del gremio explicó a LOA que si bien es cierto se trata de un servicio público, la prestación es brindada por un capital privado que “como todo inverso busca recuperar lo invertido y tener ganancias”. Además de alertar sobre el perjuicio que genera la quita de los subsidios en la economía del usuario, el dirigente se aventuró a pronosticar que estamos presenciando el fin de una etapa del transporte público de cómo lo hemos conocido hasta aquí.
Mientras tanto, las últimas novedades dan cuenta que puertas adentro la Municipalidad de Río Gallegos analiza la posibilidad de hacerse cargo del servicio, pero se trata sólo de rumores que surgieron en las últimas horas de esta semana, sin que haya postura pública de la comuna.
Subsidio
Si bien es cierto en estos últimos meses las dificultades en la prestación se agudizaron, el problema a futuro nos da un panorama poco alentador.
Siguiendo el hilo de lo sucedido, se debe recordar que, a inicios de este mes, el secretario de Gobierno del municipio local, Jorge Caminiti, señaló a La Opinión Austral que elevaron al Ministerio de Transporte de la Nación toda la documentación solicitada para que el Gobierno Nacional analice si la ciudad tiene el perfil para ingresar al fondo compensador que creó el gobierno de Mauricio Macri luego de eliminar los subsidios y transferir las responsabilidades a provincias y municipios en el sostenimiento del servicio que ya ha dejado de ser rentable.
Mientras que la comuna espera definiciones, el ejecutivo se vio en la obligación de extender la permanencia de Monte Cristo S.A en la ciudad, pero con ello el municipio debe desembolsar más dinero. Mientras que en la licitación pública, al menos en el primer llamado, se ofertó una suma de 105 mil pesos mensuales por unidad, para que la actual concesionaria se quede en la cuidad el municipio debe pagar unos 130 mil pesos promedio. Con ello se observa claramente que los números se le disparan al municipio y debe hacer un mayor esfuerzo en lo financiero para garantizar el servicio.
En este escenario de difícil negociación, se debe recordar que el 27 de diciembre último, Guillermo Dietrich ratificó en conferencia de prensa que Nación acompañará este nuevo esquema, por lo que se ha creado un fondo compensador por un total de 650 millones de pesos para distribuir en el sistema SUBE, Río Gallegos es una de las más de 70 ciudades que tiene implementado el sistema.
Pero las contrariedades no concluyen allí. Días después el subsecretario de Transporte (dependiente del Ministerio de la Producción de Santa Cruz), Rolando D´ Avena, viajó a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y se reunió con autoridades del Ministerio de Transporte de la Nación buscando una alternativa válida para contener este escenario que se prevé traerá consecuencias negativas, ya que el Gobierno Nacional tiene la idea de aportar en el 2019 una cifra menor al 20 % de lo ejecutado el 2018.
La Opinión Austral supo que provincia aún no ha firmado la propuesta proveniente del gobierno de Mauricio Macri y aún espera que se aclare el panorama en lo que se ha dado en llamar el acompañamiento del Gobierno Nacional en el traspaso de responsabilidades en materia de transporte de pasajeros.
En el 2018 Santa Cruz recibía del gobierno central en concepto de subsidio destinado al transporte automotor 12 millones de pesos, mientras que el impacto en los municipios era de 50 millones de pesos anuales.
En este nuevo escenario, D´ Avena precisó que a “partir de este año sólo se asignaría, de firmarse el convenio, alrededor de 9 millones de pesos por el plazo de un año, dado que no se contemplan aportes en 2020”, y explicó que “de esta manera el convenio propuesto quita los recursos a las localidades y responsabiliza a la provincia”.
Así es que las soluciones no llegaron, no sólo a Río Gallegos, sino a Caleta Olivia, que es otro de los municipios santacruceños que necesitan encontrar una salida a este problema que afecta la economía de aquellos trabajadores que menos ingresos tienen en la economía formal.
Este medio tiene conocimiento que el fondo compensador, en cierta manera, ya ha sido otorgado por el Gobierno Nacional para sostener el transporte en las grandes ciudades del país como Córdoba, Mendoza, Rosario, entre otras.
Bajo esta incertidumbre los días transcurren y no hay definiciones sobre la asistencia que demandan los municipios al Gobierno Nacional, esto coloca a las comunas en la obligación de sentarse ante el Estado Nacional a dirimir este problema. Quienes entienden la problemática indican que es una conversación que ha quedado pendiente y que seguramente se dará cuando los funcionarios del Gobierno Nacional regresen de sus vacaciones.
Resolución vecinal
A continuación las definiciones que tomó la asamblea ciudadana sobre el transporte automotor de pasajeros en Río Gallegos:
– Boleto estudiantil gratuito.
– Cumplimiento de las frecuencias.
– Garantía del sostenimiento del transporte público.
– Rechazar cualquier aumento del boleto y retrotraerlo a 15 pesos.
– Que la asamblea se constituya como un ente regulador.
– Mejorar las garitas existentes y colocar más.
-Inspectores en las unidades y posnet para carga de las tarjetas.
-Reacondicionamiento de calles que permita la transitabilidad.
– Ampliación de los recorridos de todas las líneas y actualización del pliego según las necesidades de los barrios y mantener reuniones periódicas con los responsables del servicio.
– Unidades adaptadas a personas con movilidad reducida.
– Aumentar puntos de recargas de las tarjetas y controlar el precio de la tarjeta.
– Convocar a audiencia pública para el transporte.
– Que se dé cumplimiento a las ordenanzas en lo referido al transporte de pasajeros.
