El sábado último el servicio de taxi se encareció un 15%, según anunció Juan Ojeda de la Federación de Conductores de Taxis de Río Gallegos. Señaló que el pasaje se bajo entre un 45 y 50%. Además, remarcó que registran 27 subas de precio en el combustible, “la bajada de bandera no cubre un litro de nafta”, aseguró. El servicio ilegal: la mayor problemática.
Juan Ojeda, de la Federación de Conductores de Taxis de Río Gallegos, señaló a La Opinión Austral que desde el pasado fin de semana aumentó la bajada de bandera en un 15%, y aseguró que con esa actualización no llegan a cubrir un litro de nafta, pues el combustible superó los 48 pesos, mientras que la bajada de bandera está a 43 aproximadamente. Asimismo, señaló que los vehículos que brindan un servicio ilegal son el mayor daño que tienen que enfrentar.
Desde el año pasado
El taxista precisó que el aumento estaba programado desde el año pasado, pero ante los vaivenes de la economía actual necesitan un apoyo del Estado para sostener la prestación. De igual manera que los colectivos.
Señaló que buscan una reducción de impuestos, por ejemplo, la excepción del 50% de la patente automotor, “la pagamos como cualquier usuario, no tenemos ningún subsidio”, aseguró, e hizo la comparativa con el servicio de colectivos, que recibe grandes aportes en concepto de subsidio. Referenció que ellos tienen la capacidad de llegar a todos los sectores de la ciudad, mientras que los colectivos no.
Más adelante, dio cuenta de que las inspecciones anuales, entre otros impuestos, encarecieron el sostenimiento de las unidades, al tiempo que precisó que hubo 27 aumentos de combustible en estos años, mientras que los repuestos registran una suba del orden del 500%.
En baja
La actividad comercial ha caído entre 45 y 50%, recordó Ojeda a LOA, y señaló que esa baja “impacta de igual manera a nuestro sector, para compensar hoy un chofer se ve en la obligación a hacer turnos de 14 o 15 horas, mientras que tiempo atrás eran de 12 horas”.
Así, explicó que las 180 unidades que se mantienen en servicio por las calles de la ciudad se ven perjudicadas por “los que prestan un servicio ilegal que no pagan ningún impuesto y atentan contra nuestra actividad”, señaló, y dejó en claro que “no podemos juzgar al pasajero por optar por la decisión más barata. Todo pasa por la economía”.