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El viento volvió a ser protagonista este sábado en gran parte de la provincia de Santa Cruz. Con ráfagas que en algunos sectores superaron los 100 kilómetros por hora, el Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta amarilla que abarca el sur y todo el oeste provincial.
Según el informe oficial del Servicio Meteorológico Nacional, el área afectada por vientos intensos del oeste y sudoeste, con velocidades sostenidas de entre 40 y 60 km/h y ráfagas que, de manera puntual, alcanzaron o incluso superaron los 100 km/h.
En la Cuenca Carbonífera, la situación demandó un intenso despliegue de la División Cuartel IX de Bomberos de Río Turbio. Durante la jornada, los efectivos acudieron a distintos puntos de la localidad, especialmente en los barrios Eva Perón y Las Lengas, donde se registraron voladuras y desprendimientos de chapas. En uno de los casos, el personal trabajó en altura para asegurar un techo en un primer piso, mientras que en otro se realizó una intervención preventiva para fijar la estructura y evitar que el viento provocara daños mayores.
Un operativo similar se llevó adelante en 28 de Noviembre, donde personal de la División Cuartel 14 intervino en la Avenida San Juan Bosco al 1300 ante la voladura parcial del techo de un galpón. Frente al riesgo inminente, los bomberos procedieron al desarme preventivo de la estructura y aseguraron los materiales en un sector seguro.
En Caleta Olivia, la División Cuartel 5° trabajó sobre la Ruta Nacional Nº3, en el acceso norte de la ciudad, donde parte del techado de la garita de Bromatología presentaba desprendimientos. La intervención incluyó el anclaje de las chapas y el retiro de excedentes peligrosos.
En El Calafate, las ráfagas también dejaron su huella. Una dotación de Bomberos de la Unidad 21 intervino en el barrio Linda Vista, en una vivienda ubicada en la intersección de Luis del Carmen Muñoz y Antonio Aguilar, donde el techo se desprendió por completo de la estructura y quedó sostenido de manera precaria por un poste. Los bomberos aseguraron el sector y luego desarmaron cuidadosamente la estructura, separando las chapas para evitar que el viento las desplazara.
A estas tareas se sumó una intervención preventiva en el barrio Manantiales, también en El Calafate, donde se reportó la presencia de un cable suelto frente a una vivienda. Tras la inspección, se constató que se trataba de un conductor de fibra óptica, que fue cortado y asegurado al tendido para evitar accidentes. Desde Bomberos recordaron a la comunidad que, ante la presencia de cables caídos o sueltos, nunca deben ser manipulados y se debe dar aviso inmediato al 100.
Mientras el sábado transcurrió bajo alerta, las miradas estuvieron puestas en el domingo. Para el 28 de diciembre, en Río Gallegos se espera una jornada marcada por la inestabilidad, con probabilidad de chaparrones durante la madrugada y lluvias aisladas hacia la tarde y la noche. No se prevén alertas por vientos fuertes, aunque las ráfagas podrían alcanzar los 78 km/h, con temperaturas agradables.
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