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El sábado pasado, en las inmediaciones de Rospentek, localidad enclavada en la Cuenca Carbonífera de Santa Cruz, se vivió una situación que, de no mediar una respuesta oportuna, podría haber derivado en consecuencias mucho más graves. Una camioneta Fiat Toro perdió el control en un tramo de la Ruta Nacional 40, uno de los corredores más extensos y emblemáticos del país, especialmente exigente en esa región austral por sus condiciones climáticas y geográficas.

El aviso llegó rápidamente a la División Cuartel 14, cuyos efectivos no tardaron en alistarse y partir rumbo al lugar del incidente. De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes policiales consultadas, el accionar fue inmediato y preciso: en tan solo 35 minutos desde la recepción del llamado, los bomberos ya se encontraban en la escena, evaluando la situación y ejecutando las maniobras necesarias para asegurar tanto a los ocupantes como al vehículo.

Afortunadamente, no hubo heridos. El conductor del rodado salió ileso y, tras la asistencia técnica, pudo continuar viaje con la unidad ya reincorporada a la calzada. Se trató de un episodio breve, pero no por eso exento de riesgos. La zona, habitualmente azotada por fuertes vientos, temperaturas extremas y caminos desafiantes, representa una constante prueba para quienes la transitan y, por supuesto, para los servicios de emergencia que operan allí.

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