El Dr. René Favoloro es, para todos los argentinos, un “prócer“ de la medicina por haber cambiado la historia de la medicina con su técnica de by pass. El 12 de julio de 2002 fue declarado por la Ley 25.598 como el Día Nacional de la Medicina Social, en conmemoración de su nacimiento y en reconocimiento a todos los profesionales que se dedican a esta área.
Este miércoles, Favaloro cumpliría 100 años, por lo que la conmemoración adquiere una importancia aún mayor. El país lo homenajea de diferentes formas. En este marco, los principales monumentos y edificios históricos de la Ciudad de Buenos Aires se iluminarán de rojo y azul, en un gesto significativo para recordarlo.
El panadero Emilio Sáez es dueño de la emblemática panadería y parador “La Unión” del municipio de Tolhuin, en Tierra del Fuego. En el comercio tiene montada una escultura en tamaño real del médico argentino.
El 23 de enero del año 2021, un fatídico incendio destruyó el lugar y con él, el monumento. Sin embargo, nada pudo impedir que volvieran a hacer la misma escultura. Es, sin dudas, el homenaje más austral al cardiocirujano. Sáez dialogó con La Opinión Austral y contó, a cien años del nacimiento del histórico profesional, lo que significa para él. “Gracias a Dios, después del incendio, volvimos a hacer al mismo Favaloro, es exactamente igual que el que teníamos y lo hizo el mismo escultor, con la paradoja de que lo terminó de hacer y se murió, pero nos quedó el recuerdo intacto ahí”, contó.
“La verdad es que tengo mucho orgullo de esto que tenemos acá”, agregó. Contó que, además, el próximo 27 de julio colocarán una gigantografía de Favaloro. La escultura se convirtió en una de las grandes atracciones de la panadería visitada por miles de turistas que preguntan quién es el hombre homenajeado en una mesa. El panadero contó que nunca conoció a Favaloro: “No lo conocí personalmente, no me debe nada ni le debo nada, sólo me duele el alma cómo terminó su vida, su causa y lo poco que hicimos por él”.
En Río Gallegos también tiene su homenaje. En 2015, se nombró a un barrio de la ciudad como el cirujano argentino. El barrio Favaloro se constituyó como tal tras un proyecto homenaje. “Se eligió ese nombre por la lucha del doctor, lo honorable de su trabajo y que nuestro barrio se constituyó con esfuerzo, dignidad y una lucha incansable para poder avanzar”, señaló Cristian Brenta, referente del barrio y uno de los propulsores.
Entre las contribuciones más destacadas de Favaloro se encuentra el bypass coronario, una técnica revolucionaria que brinda esperanza y una segunda oportunidad a quienes sufren de enfermedades cardíacas. El “prócer” de la medicina se suicidó el 29 de julio de 2000: “Hasta siempre” fue la última frase que escribió de puño y letra.
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