Una semana después del escándalo por la difusión del tráiler en plena audiencia, La Opinión Austral accedió al guion del primer capítulo de Justicia Divina, la polémica miniserie que protagoniza la jueza Julieta Makintach, recientemente apartada del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona. El episodio, titulado “La justicia y los lugares”, inaugura una producción que cruza periodismo narrativo, documental y ficción en una ambiciosa serie de seis capítulos.
El proyecto fue ideado por Chavo D’Emilio y Negra Vidal, con el objetivo de construir un relato “a lo Truman Capote o Rodolfo Walsh”, según detalla el documento. A través de un guionado al milímetro, la serie muestra a la jueza en su vida cotidiana, recorriendo los tribunales, transitando calles de San Isidro y reflexionando sobre su rol en el proceso judicial que busca esclarecer si hubo responsabilidad penal en la muerte del exfutbolista.
Entre San Isidro y Fiorito: los dos mundos que abre el episodio
El capítulo abre con una escena íntima de Makintach preparándose para “un día que no es cualquier día”: la apertura del juicio oral. La cámara la sigue desde su casa hasta los tribunales, mientras una voz en off plantea la cuestión del destino, el azar y el lugar donde cayó el juicio: San Isidro. A partir de ahí, la narración construye un contrapunto visual entre los paisajes acomodados del norte bonaerense y la humildad de Villa Fiorito, el barrio donde nació Maradona.
La primera mitad del episodio alterna imágenes documentales de lugares icónicos —el potrero de Maradona, el hipódromo de San Isidro— con fragmentos del juicio, donde se observan la llegada de los imputados y familiares, y declaraciones del fiscal con fuertes acusaciones. El montaje enfatiza la tensión social, política y emocional que rodea la causa.
La jueza protagonista: entrevistas, reflexiones y dramatismo
Una entrevista central con Makintach en un bar tradicional de San Isidro funciona como columna vertebral del episodio. Allí, la magistrada explica las diferencias entre juicios orales y por jurado, presenta a los imputados y cuenta por qué considera este proceso “histórico”. También habla de su infancia marcada por un atentado contra su padre, entonces juez, cuando tenía apenas 10 años: un episodio que —según confiesa— marcó su vocación.
El episodio suma escenas documentales sobre los cambios físicos del médico Leopoldo Luque, uno de los principales acusados, acompañadas de audios de WhatsApp donde los imputados se refieren en tono despectivo a Maradona. También se incluyen imágenes de archivo de momentos clave de la vida del Diez: la fractura en Barcelona en 1983, su paso por Nápoles, el escándalo de dopaje en Boston 1994, y su detención en Caballito en los años noventa.
Un enfoque polémico: entre la ficción y el juicio en curso
El guion —cuya filtración generó una fuerte reacción en el ámbito judicial— exhibe una cuidada producción audiovisual que mezcla lo íntimo, lo simbólico y lo procesal. En la parte final del capítulo, se incluyen testimonios de policías, la presentación de una maqueta de la casa de Tigre —donde murió Maradona— y una secuencia con la Casa Rosada en plena pandemia durante el velorio masivo del ídolo.
Makintach cierra el capítulo con una frase potente: “Toda mi vida me preparé para esto. La vida o Dios me puso aquí, para hacer justicia”. La escena final muestra la sala de audiencias vacía, con una policía apagando las luces y anunciando el segundo episodio: “La justicia y los dioses”.
Un estreno que ahora está en duda
Tras la difusión del trailer y la confirmación de que las grabaciones se hicieron sin autorización judicial, la jueza fue recusada y apartada del tribunal. El futuro del juicio por la muerte de Diego Maradona quedó en suspenso, al igual que la continuidad de la miniserie que, según sus creadores, pretendía “dar una mirada inédita y contundente” sobre el caso.
Mientras tanto, la Justicia investiga cómo se gestó el documental y qué rol jugó la jueza Makintach en su producción. Para muchos, Justicia Divina ya no es solo una serie: es una evidencia más del frágil equilibrio entre los medios, el espectáculo y el sistema judicial argentino.
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