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Javier Milei vivió un momento de tensión y peligro en el día más importante de su vida política. El flamante presidente de Argentina fue víctima de una agresión cuando se trasladaba en un auto descapotable desde el Congreso, donde juró como jefe de Estado, hacia la Casa Rosada, donde recibió los atributos del poder.

Un desconocido le arrojó una botella desde la vereda, que pasó muy cerca de su cabeza y de la de su hermana Karina, quien lo acompañaba en el vehículo. El proyectil impactó en un efectivo de la Policía Federal que formaba parte de la custodia presidencial, causándole un corte menor en el rostro.

El juez federal Ariel Lijo y fiscal Carlos Rívolo investigan la agresión al Presidente.

El hecho fue captado por algunas cámaras y testigos, pero no alteró el recorrido ni la ceremonia de asunción. El policía herido fue atendido por médicos que se encontraban en el lugar, sin necesidad de ser trasladado a un centro de salud.

Milei rompió el protocolo en dos ocasiones durante el trayecto, al bajarse del auto para saludar a sus seguidores y para acariciar a un perro que se había escapado de su dueña. En ambos casos, los custodios tuvieron que rodearlo para protegerlo.

El operativo de seguridad contó con la participación de la Gendarmería, la Prefectura, la Policía de Seguridad Aeroportuaria, la Policía de la Ciudad y la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal. Además, se encargaron de resguardar la seguridad de los invitados especiales, entre los que se encontraban varios líderes regionales y personalidades del mundo de la cultura y el deporte.

EN ESTA NOTA botellazo Javier Milei

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