Desde la Cámara Argentina de Distribuidores de Gas Licuado (CADIGAS) alertan que hay riesgo de desabastecimiento de garrafas debido a la dura situación económica que está atravesando el sector. La entidad denunció que están trabajando con “márgenes muy inferiores a los necesarios para cubrir los costos de operación” y por ello se enfrentan a una de las “peores crisis” de la historia del rubro.

CADIGAS asegura que el gas envasado es un “insumo crítico para millones de personas que viven en zonas vulnerables de todo el país”. Desde el sector, indican que si la actividad desaparece será imposible que los hogares humildes del país tengan gas de garrafa.

En ese sentido, señalan que aproximadamente unas 180 pymes que se dedican a la venta de gas envasado, se encuentran en “estado terminal”. Estas empresas, en su mayoría de estructura familiar, dan trabajo a 3000 personas que diariamente realizan una actividad esencial, en plena emergencia sanitaria. Desde el organismo exigen que el Estado tome cartas en el asunto en esta situación crítica.

“Elevamos nuestra voz con un legítimo reclamo, en la última esperanza de ser escuchados por las nuevas autoridades de la Secretaría de Energía recientemente designadas”, aseguraron desde CADIGAS.

Desde el sector detallaron que “por cada garrafa vendida perdemos un tercio de su valor, lo cual resulta absolutamente insostenible”. Además, señalan que la inflación de los últimos años debilitó la economía de las empresas llevándolas al límite de la quiebra. Esta situación, se agravó con la pandemia de coronavirus, donde las pymes tuvieron que realizar inversiones para cumplir con los protocolos de bioseguridad.

“La inflación nos carcome y la pérdida acumulada en el tiempo destruyó no solo la rentabilidad sino la posibilidad de mantenernos en pie ya que estamos muy cerca de la quiebra, por lo que el sector va hacia la extinción”, expresaron desde la cámara.

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