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Alonso Schwartz, economista jefe del Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), explicó por LU12 AM680 que el aumento del desempleo en Argentina es consecuencia directa del fuerte cambio de lógica económica impulsado por el Gobierno Nacional.
Este nuevo enfoque prioriza las inversiones extranjeras y los sectores exportadores por sobre el consumo interno y el gasto público, aunque advirtió que la falta de confianza generada por los reveses políticos amenaza la sostenibilidad de las reformas que promueve La Libertad Avanza.
Desaparición del Gasto Público
Alonso Schwartz señaló que el principal motor económico que desapareció fue el gasto público, el cual traccionaba el crecimiento en todo el país, especialmente a través de transferencias a provincias y la ejecución de obras públicas. Esta desaparición generó un fuerte efecto dominó a la baja en el consumo familiar.
El economista explicó que los motores de la economía ahora son otros: las inversiones extranjeras orientadas a hidrocarburos, minería y agro, relegando al consumo masivo. Esta transformación impactó con mayor fuerza en las economías regionales cuya estructura productiva estaba orientada al consumo interno, el comercio minorista y las industrias de transformación de materias primas. El fenómeno es especialmente visible en la provincia de Buenos Aires en el conurbano (zona oeste y sur).
Los nuevos motores: exportaciones y financiamiento
Para revertir la situación, el economista apuntó a los sectores que han mostrado mayor dinamismo en el último año y medio. El sector hidrocarburos, minería y el sector exportador en general mostraron un fuerte crecimiento, aumentando su trabajo y demanda de empleados, lo que representa un aliciente para el Gobierno Nacional que necesita dólares.
En un segundo momento, se reactivó fuertemente el financiamiento, que se trasladó a la venta de autos 0 kilómetro y motos, generando incluso dificultades para conseguir patentes en muchas provincias debido al auge.
Este crédito también comenzó a trasladarse a bienes durables como inmuebles, fenómeno que se observa lentamente en las provincias, liderado por la Ciudad de Buenos Aires. El consumo de bienes no durables (alimentos y bebidas), sin embargo, está “muy retrasado” en comparación. Esta situación es más extrema en las localidades fronterizas (Cuyo, Salta, Jujuy, Formosa y Misiones), donde el retraso en el tipo de cambio alentó a la gente a consumir del “otro lado de la frontera”.
El desafío del derrame
Alonso Schwartz reconoció que si bien la estabilidad macroeconómica es un marco positivo, el gran desafío es cómo el resto de las regiones, especialmente aquellas sin litio, gas o petróleo, puedan sumarse a ese tren dinámico. Lamentó que regiones como Santa Cruz estén enfrentando un “desempleo histórico” a pesar de la mayor exportación de hidrocarburos, señalando que el beneficio se concentra en el “extraordinario rendimiento que debe tener Vaca Muerta”.
El economista insistió en que la solución no debe pasar solamente por Nación sino que las provincias deben generar un “microclima local” que implique reducir costos tributarios (provinciales y municipales) y facilitar los negocios para atraer inversiones. Advirtió que estas reformas de ordenamiento territorial, tributarias o regulatorias, no tienen “efecto inmediato”, sino que implican una larga cadena de habilitación de proyectos y construcción.
Erosión de la confianza y volatilidad electoral
Aunque Alonso Schwartz evitó el análisis político, coincidió en que los eventos de las últimas semanas (como la controversia en la Agencia Nacional de Discapacidad y los rechazos a los vetos en el Congreso) han “erosionado la confianza” en que las medidas económicas del Gobierno Nacional puedan ser “sostenibles en el tiempo”.
Explicó que el plan económico del Gobierno requiere de un “acuerdo mínimo en el Congreso” para reformas laborales y tributarias. El temor es que un posible resultado electoral similar al de las elecciones de la provincia de Buenos Aires en octubre dificulte la implementación de esa agenda de cambios. Esta incertidumbre ha provocado el crecimiento del riesgo país y el aumento de las tasas de interés, una volatilidad económica típica del clima preelectoral.
La volatilidad se vio compensada por los eventos más recientes. El analista señaló que las reuniones programadas del presidente Milei con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), sumado al anuncio de hoy a la mañana (antes de la apertura de mercados) de retenciones cero para todos los granos, han dado “cierto oxígeno” a la economía.
Señaló que la medida fue criticada como el “plan platita para el campo” y está orientada a los sectores fuertes “porque necesitan dólares”. Este paquete de anuncios provocó un crecimiento de los bonos argentinos de hasta un 8% en las primeras horas del día. El economista reiteró que, si bien estos eventos generan volatilidad, son parte del proceso preelectoral.
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