“Será mucho más que una conmemoración histórica. Será la ocasión para renovar nuestra presencia comprometida entre aquellos que más la vida les cuesta, como nos enseñó el Padre Carlos. Su vida y testimonio nos sigue dando fuerzas para poner el cuerpo y alma al lado de los que sufren todo tipo de pobreza. Mugica nos alienta hoy a que en cada barrio podamos fortalecer una comunidad que se organiza para acompañar la vida de la gente, de modo que el mismo barrio pueda buscar y encontrar respuestas a lo que el barrio necesita”, indicaron desde el equipo de sacerdotes de barrios populares de Capital y Provincia de Buenos Aires
En una conferencia de prensa en el barrio 31, encabezada por los padres Lorenzo de Vedia y Gustavo Carrara, anunciaron una serie de homenajes “inspirado en su compromiso”, con el objetivo de que “a los chicos, adolescentes y jóvenes les llegue el bien antes que el mal, una vacante en la escuela antes que un arma, un campamento antes que droga, un líder positivo antes que otro daño”.
“Es la comunidad que también abraza y ayuda a levantarse y sostenerse al que se cayó por el consumo y la exclusión. Hoy Múgica está presente en la religiosidad popular, en la capacidad de hacer fiesta, en la madre que es madre de sus hijos y de los del pasillo, en la vida intensa de nuestros queridos barrios. El padre Carlos Múgica nos anima a seguir luchando en nuestros barrios, a combatir todo tipo de injusticia, a tener un diálogo inteligente con el estado y con toda la sociedad”, afirmaron los curas.
“Hoy Múgica muere en los que tienen hambre y vive en muchos comedores comunitarios. Múgica muere en tantos jóvenes desangrados por la droga y vive en el Hogar de Cristo y en quienes los ayudan a pararse. Muere en barrios sin cloaca, luz y servicios y vive en capillas, colegios y clubes de barrio. Muere cuando el Estado se ausenta y vive cuando se fortalece la comunidad. Muere cuando crecen los despidos y vive en los trabajadores de la economía popular”, agregaron.
El domingo 12 mayo, a las 12, una caravana a la Catedral de Buenos Aires con una misa de 12 a 17 y festival en la Plaza San Martín.
Quién fue el padre Mugica
Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe nació en Villa Luro, ciudad de Buenos Aires, el 7 de octubre de 1930, en el seno de una familia de la aristocracia argentina. Luego de terminar sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires comenzó la carrera de derecho, que abandonaría para ingresar en 1951 al Seminario Metropolitano de Buenos Aires. Ocho años más tarde, el 20 de diciembre de 1959, fue ordenado sacerdote en la Catedral de la ciudad de Buenos Aires.
Según consignó la página de Cultura del gobierno nacional, en la década del 60, Mugica se desempeñó como asesor espiritual de la Juventud Estudiantil Católica del Colegio Nacional de Buenos Aires y de la Juventud Universitaria Católica de la Facultad de Medicina. Entre los jóvenes que se formaron a su lado en esos años, se encontraban algunos de los que pasarían a militar en la Tendencia Revolucionaria de la Juventud Peronista y en la agrupación Montoneros.
En 1967, Carlos Mugica se integró al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, una corriente renovadora dentro de la iglesia católico con un profundo compromiso con la realidad social y política de América Latina.
La mayor parte de su trabajo comunitario lo realizó en la Villa 31, en el barrio porteño de Retiro, donde había sido nombrado párroco de la Capilla del Cristo Obrero. En los primeros años 70 Mugica junto a sus compañeros y colaboradores inició lo que se conocería luego como movimiento de curas villeros.
El 11 de mayo de 1974, a las puertas de la iglesia de San Francisco Solana, en su barrio natal de Villa Luro, Carlos Mugica fue asesinado por integrantes de la organización armada paraestatal Alianza Anticomunista Argentina.
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