La última jornada de la megamuestra industrial congregó en San Nicolás a mujeres especialistas en tecnologías, el agro y la gestión; espacios en los que, señalan, crece la participación femenina pero que aún requieren de la superación de obstáculos históricos. La iniciativa, el hilo conductor de las exposiciones.
Una de las impulsoras de la actividad fue “Las chicas del agro”, una asociación civil sin fines de lucro que, de acuerdo a su co-fundadora, Victoria González, trabaja para que haya más mujeres en la agroindustria. “El objetivo del encuentro es potenciar a las mujeres, ayudarlas, acelerarlas, conectar lo individual, simplificar los caminos y escuchar testimonios”, afirmó González.
El primer panel, “El valor que generamos”, fue realizado en el Auditorio SPS Semillas y contó con la participación de Cintia Barrau, gerente de puerto en Cargill; Clara Mato, presidente de Mecano Ganadero; Belén Mondino, responsable de un criadero; Ángeles Naveyra, presidente de la Fundación Barbechando; Natacha Calero Barrao, responsable de Prensa, Comunicación y Diversidad y Educación de Scania; Natalia Lavena, gerente comercial en Bayer; y Sofía Gayo, responsable de Operaciones de AZ Group.
En equipo
Son mujeres que hicieron carrera, se desempeñan en grandes empresas del sector y conocen del agro. “Lo más importante siempre fue el equipo”, aseveró Clara Mato, dando cuenta de lo que, en su mayoría, coinciden entre las disertantes. Por su parte, Sofía Gayo, que hizo carrera en la Bolsa de Cereales, agregó: “Confiar en mí y apoyarme en mis colegas hizo que todo terminara saliendo bien”.
En vistas al futuro, la gerente de Puerto en Cargill, Cintia Barrau, celebró “los escenarios conquistados con perseverancia y fuerza” aunque observó que el género aún debe conquistar puestos de liderazgo. Para Natalia Lavena, gerente Comercial de Bayer, la clave radica en haber derribado estereotipos. “Hemos abierto camino para las próximas generaciones”, afirmó.
Iniciativas como el programa Conductoras son ejemplos de ello. Natacha Calero Barrao explicó que, a través de él, Scania ha formado profesionalmente a 60 mujeres y más del 70% ya están incluidas en el sector. “Ayudamos a mujeres que no se dedicaban a esto, pero que tenían un deseo”, puntualizó.
El objetivo de la jornada conmemorativa fue, sobre todo, conocer caminos recorridos. En algunos casos, no fue sólo el trabajo en equipo, sino ciertas banderas defendidas, lo que impulsó la iniciativa. Ángeles Naveira, presidente de la Fundación Barbechando, dialogó respecto a su propia experiencia como contadora y asesora de productores agropecuarios. En su historial, señaló al 2008 y los reclamos en el campo por la 125 como bisagra: “Fuimos a defender nuestro derecho y comprendimos que más allá de solo protestar, había que ir a la acción de manera propositiva. Así nació la Fundación”.
Sin embargo, el presente prometedor no implica que no se haya recorrido un largo camino. En Córdoba, Belén Mondino es responsable de un criadero de cerdos, y durante su exposición recordó el “desafío y sacrificio” de estudiar y, al mismo tiempo, trabajar en ”un ambiente muy masculinizado”. Su balance es muy positivo y sintetizó: “Le debo mucho al género masculino y al femenino, el desafío está en el trabajo en equipo”.
Historias de vida
Entre las actividades pautadas, en el predio tampoco faltaron las historias de vida. Claudia de Nicola, camionera desde hace 4 años, contó su experiencia como mujer al volante, y remarcó la camaradería, solidaridad y respeto que siempre encontró a donde le tocó ir.
Claudia supo abrirse paso en las rutas, como tantas otras mujeres en diferentes ámbitos. “El chofer habla con la muñeca. Yo no tengo mejor presentación que cuando me ven manejar”, dijo, respecto a su especialidad, y descartó que, más allá de la diferencia de género, nunca fue víctima de discriminación. Como corolario, destacó un mensaje clave y, sin dudas, el hilo conductor de la jornada: “Todas lo podemos hacer. Es una decisión”.
Roles para todos
Posteriormente, también en el Auditorio SPS Semillas, se llevó a cabo el segundo panel, “Las chicas que vienen”. Las disertantes fueron Emilia Macor, presidente de Aapresid joven; Lucrecia Gianello, Merchant en la mesa de Originación y Sustentabilidad de Cargill; Lucía Martín Reixach, Senior Data Scientist de Cargill; Lucila Goicoechea, líder del equipo producto de AgroPro; y Sol Carrettoni, agroinfluencer y gerente general en Cerealber SRL.
Recientemente recibida de ingeniera agrónoma, Macor preside Aapresid Joven, cuya actividad se vincula, precisamente, con los ejes del panel: la sustentabilidad, tecnología y gestión. Al respecto, Lucía Martín observó que, entre desafíos y oportunidades, dichos espacios en el campo abren un nuevo punto de vista sobre la posición de la mujer. “En la agroindustria hay roles y posiciones para todos, mujeres y hombres”, agregó la especialista en datos. En la misma línea, Macor eligió una definición constructivista: “No somos el campo o la ciudad, somos una comunidad”.
“Lo positivo es que estamos más abiertas y nos vinculamos a actividades en las que antes no participábamos”, afirmó, por su parte, la influencer oriunda de Alberti, Sol Carrettoni. En su caso, el contenido publicado en sus redes sociales se enfoca en el agro y en el panel dio a conocer su actividad enfatizando en que, “siendo mujer, a veces hay que enfrentar muchos desafíos para estar donde uno quiere”.
No dejar de moverse
En una jornada que invitó a la reflexión, Carrettoni destacó la iniciativa y la convocatoria, y agregó que ello es destacable en “un ambiente como el campo, donde hay rubros con poca participación del género”. De todos modos, en línea con otras disertantes que estuvieron presentes en la megamuestra, celebró la “mayor participación” y pidió a otras mujeres “no dejar de moverse”. Dicha proactividad es la que, para Macor, debe ser promovida. “Insistamos e impulsemos al resto para que se animen a la crítica, al debate y a participar”, propuso.
Lucila Goicoechea, líder del equipo producto de AgroPro, se refirió al trabajo en conjunto entre hombres y mujeres al interior de las empresas. “No existe la fuerza bruta. Somos
todos iguales y eso es una gran oportunidad para todos”, afirmó. Su experiencia se vincula con la de Lucrecia Gianello, Merchant de Cargill, quien recordó que, en sus inicios, se “vestía y mimetizaba” como los hombres, hasta que comprendió que “podía ser mujer y comercial al mismo tiempo”.
En relación a lo expresado por Gianello, la representante de la ONG Matricia, Melisa Baracco, argumentó que “en los sectores de poder sólo hay mujeres masculinizadas, creciendo en solitario hacia una cima que no saben si no es un abismo después”. Es que Baracco realizó un balance de la jornada y, a modo de conclusión, enumeró al trabajo colaborativo, la capacidad de escucha, la resiliencia y la creación de contextos seguros como herramientas clave “para dar respuesta a un contexto cambiante e incierto”.
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia