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El Tribunal Oral Federal 7, a cargo de la causa Cuadernos, ordenó finalmente las pericias sobre los manuscritos originales de Oscar Centeno. Se trata de un pedido de casi todas las defensas, incluyendo la de Cristina Fernández de Kirchner, quienes cuestionaron la veracidad de la prueba, sobre todo cuando se comprobó que fueron adulterados.

Los jueces Enrique Méndez Signori, Fernando Canero y Germán Castelli van a comparar las anotaciones de los cuadernos con la letra del remisero para determinar en 90 días si es el autor.

Este pedido, junto con otras medidas, es el primer paso de cara al juicio oral, aún sin fecha de comienzo. En caso de constatarse irregularidades en esa prueba podría acarrear la nulidad total o parcial del expediente.

El Tribunal dispuso “la realización de una pericia a través de la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses dependiente de la Dirección General de Inteligencia Criminal e Investigaciones de la Gendarmería Nacional Argentina, sobre los seis cuadernos reservados”.

En la misma línea, se rechazó “por impertinente” un pedido de la defensa de la ex presidenta para investigar las llamadas de teléfonos del fallecido juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli, instructores del caso. En cambio, sí se habilitó incorporar los teléfonos del ex secretario y arrepentido José López, pieza clave en su condena a seis años de prisión en la causa por la obra pública, como había pedido la fiscal Fabiana León.

El peritaje sobre los manuscritos fue un pedido realizado por la mayoría de los acusados que cuestionaron en reiteradas ocasiones los cuadernos como prueba, sobre todo cuando se comprobó que fueron adulterados en distintos tramos.

El tribunal ordenó esclarecer “si se han utilizado uno o varios implementos escritores y estilos de tinta, debiendo informar, en caso de ser posible, la calidad, cantidad y características de sus componentes; si se aprecian sobrescritos, testados, enmascaramiento con líquido corrector de color blanco, lavados o borrados abrasivos o químicos, o cualquier tipo de alteración y/o modificación en las escrituras, y en su caso, si es posible, reconstruir las anotaciones previas”.

Un peritaje privado y otro oficial demostraron en otra causa judicial que los cuadernos fueron adulterados unas 2.500 veces sólo en relación con la imputación en contra del empresario Armando Loson. Además, los originales de los cuadernos serán cotejados con el contenido de un pendrive aportado por el periodista de La Nación Diego Cabot el 10 de abril de 2018 para “establecer si existe identidad o correspondencia entre ambos, es decir, si puede determinarse que las copias digitales fueron obtenidas de los primeros”.

El tribunal también quiere determinar “si es posible establecer las fechas en las que las distintas grafías fueron estampadas (su antigüedad), si han sido efectuadas en un mismo o en distintos tiempos escriturales, así como si guardan correspondencia o no con las fechas consignadas, debiendo especificarse cada caso si se identifica evolución o involución, desde el punto de vista pericial caligráfico, conforme las fechas que se indican en los distintos pasajes”.

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