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Cabo Curioso, un rincón que justifica su nombre, se esconde en la Patagonia Argentina, apenas a 15 kilómetros de Puerto San Julián. Aunque las visitas son escasas y las playas soportan vientos fuertes y temperaturas frías, este lugar regala un paisaje único para los más audaces.
En lo profundo de la Patagonia, este paraje ofrece un espectáculo sureño alejado del bullicio urbano. Un tesoro natural perdido en las vastas tierras de Santa Cruz.
¿Cómo llegar?
Para alcanzar Cabo Curioso, hay que recorrer la Ruta Nacional 3 hasta Puerto San Julián y, luego, desviarse hacia el mar, siguiendo un trayecto de unos 15 km que conduce a las playas de este destino singular.
¿Qué tiene para ofrecer?
El protagonista absoluto de Cabo Curioso es su mar, con tonalidades azules que se entremezclan con verdes vibrantes cuando las olas arriman a la orilla. Las playas se presentan como una extensa costa con arena clara, sin balnearios ni construcciones fijas que alteren la naturaleza.
Se encuentran distintos atractivos turísticos en la zona, uno de los más relevantes es el mítico “Faro de Cabo Curioso”, puesto en funcionamiento el 1 de agosto de 1922 por la Armada Argentina contando con una singular y antigua historia.
A principios de la década de 1920 el Sr. Federico Oyarvide se comprometió ante las autoridades de la Armada Argentina a poner en pie un faro en el Cabo Curioso por un valor de $ 1100 m/n. Se firma un contrato con el Tte. de Navío Mario Fincati de la Dirección General de Navegación y Comunicaciones del Ministerio de Marina, fijándose su construcción para 1922. Construido con pedregullo, arena, hormigón armado y hierro de forma cuadrangular.
Su locación fue designada sobre el cabo del mismo nombre en la margen norte de la boca de entrada a la Bahía de San Julián en la provincia de Santa Cruz, construido sobre el acantilado con columnas y vigas de hormigón armado con una plataforma superior, una intermedia y garita con casa originalmente para acumuladores de gas, pintado con una franja central color negra y una altura de 23m, habiendo sido librado al servicio el 1 de agosto de 1922. Se lo puede ubicar a 18 km al Norte de Puerto San Julián, accediendo a él por el camino que bordea las antiguas instalaciones del frigorífico Swift que funcionó entre 1912 y 1967.
Para 1930 el faro estaba ya muy deteriorado, se redacta un informe el 5 de abril de 1930 donde se consigna el deterioro del revoque, las rajaduras y humedad que afectaba a la construcción, constatado por el Capitán de Fragata Pedro Luisoni. Ese mismo año, a raíz del informe sobre el deterioro del faro, se envía al balizador Alférez Mackinlay con personal para encarar su mantenimiento, luego en 1947 fue necesario volver a repararlo. La estructura tronco piramidal cuadrangular por columnas y vigas de hormigón armado sufrió siempre por el embate de los vientos.
En el Manual del Torrero, 1ra edición de 1978 del Servicio de Hidrografía Naval, se clasifican las ayudas a la navegación, en ciegas o sea las no dotadas con equipo luminoso, acústicas, electrónicas y luminosas. Esta última es la que corresponde al Faro Cabo Curioso por tener un equipo luminoso además de una característica física. Es además una ayuda fija a la navegación estando ubicado sobre el acantilado, siendo de primera por tanto un faro que sirve de guía, con una estructura de material para sustentar un equipo de iluminación, que facilita el tránsito, y recalada de los buques.
¿Dónde hospedarse?
Quienes deseen pasar la noche en Cabo Curioso solo tienen la opción de acampar en la playa, o los visitantes podrán reservar cabañas, hoteles u otras formas de alojamiento en las cercanías o en el centro de Puerto San Julián.
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