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*Por Marcelo Peralta (Diario Crónica)
Trabajo. Humildad. Profesionalismo y talento. Aquellas personas no aficionadas al automovilismo y que poco, o nada, sabían de su existencia sacan hoy gracias a Franco Colapinto su costado más “tuerca”.
Así, recuerdan y comparten anécdotas relacionadas a los autos, un autódromo, estar en familia viendo carreras o algo que les venga a la mente y tenga que ver con el mundo “fierrero”.
Furor absoluto. No hay persona que no hable de él. Colapinto, de 21 años, despertó una vez más en los argentinos la “identidad” con la Fórmula 1 (F1).
En los años gloriosos con Juan Manuel Fangio, multicampeón, era casi obvio no sentirse identificado (sabido es que los mejores de la disciplina lo tienen como ídolo). Al igual que cuando José Froilán González lo hacía, y lo mismo años más tarde cuando Carlos “Lole” Reutemann solía pasar la meta.
De este último, vale recordar que podría haber sido campeón, pero un polémico punteó lo perjudicó y dejó injustamente con las manos vacías. Más acá en el tiempo, pero hace más de 20 años, Tuero y Mazzacane participaron pero sin mayor suerte.
Por lo tanto, se ponía cada vez más alta la vara de esta competencia para un piloto nacional, y los años pasaban confirmando lo difícil que es lograrlo.
Es importante aclarar que estos son algunos de los nombres de los 29 pilotos compatriotas que supieron defender la bandera en la pista.
Hoy, en la actualidad, Colapinto puso de nuevo a la F1 en el menú de los argentinos menos fanáticos de las carreras, que ahora orgullosos esperamos su participación. De esta manera, transitando un camino silencioso (siempre para quienes no sabían de él, claro) pero guiado por semejante motor y remontando desde atrás en muchas ocaciones, el corredor muestra un semblante sereno, confiado, pero al mismo tiempo luce muy concentrado.
Apenas algunas cualidades del “nuevo” talento que sorprende al mundo surgido desde Argentina. Por supuesto, ya llovieron las comparaciones con todos los mejores, pero por suerte, Colapinto recién está dando sus primeros pasos en el máximo nivel y habrá mucho tiempo, no solo para aprender más de F1 -o automovilismo, recomendable el TC que es increíble-, sino para disfrutarlo.
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